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El Pertiguero del Sábado Santo: De Cádiz, sí

En lugar de defender y apostar por la ciudad, sus cofradías y su Semana Santa, al público y a muchos cofrades se les va la fuerza por la boca Suenan poco las marchas procesiones propias de Cádiz

Desde luego que ahora que tiene la Semana Santa la consideración de Interés Turístico Nacional va a ser difícil que un turista despistado esté viendo una procesión y no sepa en qué ciudad está. No hay paso ni persona en el público prácticamente que abra la boca durante una procesión y no pronuncie la palabra Cádiz. Si se levanta un paso, “ole que estamos en Cádiz” –por muy mala que haya sido la levantá, que las hay... y a puñados–; si el paso empieza andar, suelta una señora cualquiera: “ole esos cargadores de Cai”, como si quisiera enfatizar que los que van debajo del paso no vienen de Leningrado, aunque puede que sí lo hagan de Conil, tierra que ha echado un gran cablazo este año. Si se estrenan –o regresan– unos capataces al frente de un paso, no se les ocurre otras palabras para su cuadrilla que enfatizar que están en Cádiz y son de Cádiz, como si durante los años que no han sacado el paso, éste hubiera procesionado en Checoslovaquia.

Y así podría seguir contándoles un largo etcétera de ejemplos en los que todo conlleva a la palabra Cádiz. Y con esa palabra, al mismo tiempo, se quiere justificar todo. Lo bueno, lo malo y lo regular.

Ciertamente no hace falta andar constantemente recordando a los cuatro vientos (que es lo que se hace cuando se vocifera en la Semana Santa) el lugar en el que uno está; porque a nadie se le ocurre gritar un “¡Viva Sevilla!” cuando ve un paso de Guzmán Bejarano, por ejemplo (que hay varios procesionando en esta Semana Santa); un “¡ole esos músicos, que son de Huelva!” cuando escuchan a la banda del Nazareno tras Sentencia o la de Santa Cruz tras Expiración; o un “¡Ole los artistas buenos de Holanda!”, tierra natal de Sterling, cuando ven pasar el paso de Afligidos. Por citar tres ejemplos de los cientos que hay de gente que sin ser de Cádiz ha hecho y hace mucho por la Semana Santa (mucho más, por cierto, que ese que tanto recuerda gritando la ciudad en la que nos encontramos).

Ese ansia por remarcar Cádiz debe virar sus esfuerzos no a las gargantas de parte del público, algunos capataces, y muchos cargadores. Por incrementar los cortejos procesionales vistiendo el hábito de la hermandad, por vestir decorosamente tanto con túnica y capirote como debajo del paso o en la acera –¿o también hay que gritarle a todos esos nazarenos que han procesionado con llamativos calzados deportivos que son de Cádiz?–; por colaborar con la hermandad cuando solicitan donativos para asumir algún proyecto patrimonial.

Que esto es Cádiz ya lo sabemos, no hace falta gritarlo a cada paso cada día de la Semana Santa. Lo que hay que hacer, entre todos, es para hacer más grande la ciudad y su Semana Santa. No se nos vaya a ir la fuerza por la boca.

Las marchas de Cádiz, muy poco frecuentadas

Apuntaba esta Semana Santa el responsable de una banda de música, con pesar, el rechazo de una cofradía a interpretar marchas gaditanas. El problema no era que la banda no la incluyera, sino que la hermandad no quería que se tocara por entender que no era acorde al estilo que se busca en la calle. Sirva esta triste anécdota para remarcar la escasa trascendencia que tienen las marchas hechas o dedicadas a la ciudad y sus hermandades; y eso que algunos quieren que Ecce–Homo de Escobar sea el himno de esta Semana Santa. Repertorio hay de sobra para que los pasos suenen un poco más a esta tierra.

El habla de los capataces

El respeto, trasladar al público la importancia del culto que va a pasar ante sus ojos, no se limita a la labor que realice la Mayordomía ni al discurrir que propicie la Fiscalía. Los responsables de las cuadrillas también deben estar a la altura; y muchas veces se pierde con las arengas y el trato que públicamente ofrecen estos capataces, y con los comentarios y actitudes que permiten de su gente. Pedir que se partan las horquillas, cagarse en el padre de alguien o admitir que se levante al ‘tracatrá’ –con lo que quiera que eso signifique– dice muy poco del decoro que merece una procesión, un paso, una imagen y el propio oficio de la carga.

Nuevo tratamiento ‘anticera’ en la carrera oficial

Operarios de la limpieza de Cádiz, aplicando un tratamiento 'anticera' en la carrera oficial. Operarios de la limpieza de Cádiz, aplicando un tratamiento 'anticera' en la carrera oficial.

Operarios de la limpieza de Cádiz, aplicando un tratamiento 'anticera' en la carrera oficial.

Nueva empresa de limpieza y nuevos métodos para cuidar la ciudad. Esta Semana Santa ha estrenado una nueva acción en el cuidado de la ciudad, una especie de tratamiento que operarios del servicio de limpieza han aplicado al suelo de la carrera oficial antes del inicio de cada jornada, y cuyo objetivo –al parecer– era disuadir la gran cantidad de cera que se acumulaba años atrás. Visto lo visto, es un tratamiento realmente eficaz para las procesiones.

Los cortejos sin sentido

Sigue dejando la Semana Santa cortejos cuyos integrantes y elementos carecen muchas veces de sentido. El viernes tuvo otro ejemplo Buena Muerte, con acólitos que su única función, a priori, era lucir dalmática.RLa penitencia de coger un taxi en San Juan de DiosRíanse de lo que va detrás de las grandes devociones de la ciudad (en todos los casos, por cierto, venido notablemente a menos). La cola que se ha formado cada noche en la plaza de San Juan de Dios sí que es una penitencia, y de las grandes. El servicio de taxi ha quedado desbordado en estos días cuando el grueso del público decide regresar a sus casas, la mayor parte en extramuros como es lógico. También ha habido sus más y sus menos en las paradas de autobús, con algunas broncas de calado como la que protagonizó en la noche del Miércoles Santo una usuaria de la Línea 5, que obligó incluso a detener el autobús delante del Palacio de Congresos. 

Óscar Torres no cumple el protocolo

Santo Entierro. Semana Santa de Cádiz 2023 Santo Entierro. Semana Santa de Cádiz 2023

Santo Entierro. Semana Santa de Cádiz 2023 / Julio González (Cádiz)

La presencia de los políticos ha sido una constante en estos días de Semana Santa. A casi ninguno de los candidatos y sus respectivos equipos le ha faltado una visita o una foto. Ayer tuvieron una nueva oportunidad los miembros de la Corporación, que participaron en la procesión del Santo Entierro, que requiere la vestimenta de chaqué en un protocolo que se saltó el concejal y candidato socialista Óscar Torres, que fue con traje oscuro.

Los WhatsApp del pertiguero

Los del Viernes Santo. A las 11.04 horas: “El Cristo y la Virgen del Perdón se cruzan por San Juan de Dios y las bandas se interfieren. Cosas de la carrera oficial”. A las 22.24 horas: “Una alegría ver a Joaquin Díaz en la Expiración”. A las 23.06 horas: “Ya va lenta hasta la Buena Muerte...”. A las 1.17 horas: “El presidente del Consejo se ha caído en la calle. Está bastante dolorido”. Los de ayer, Sábado Santo. A las 18.40 horas: “Agotada totalmente A Paso Horquilla”. A las 19.57 horas: “A ver si llega a Santa Cruz. Tiene mala pinta”. A las 20.04 horas: “Tengo mis dudas si a un Cristo muerto le pegan marchas detrás”. A las 20.18 horas: “Suena Ecce–Homo ahora en la Campana”.

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