Acaba de cumplir 30 años. Es un parque natural peculiar, porque es el único de Andalucía que fue declarado a instancia de asociaciones ecologistas. Cuando en 1984 los grupos ecologistas de la Bahía de Cádiz –hoy integrados en Ecologistas en Acción- presentaron el proyecto de declarar parque natural las marismas, salinas, playas vírgenes y pinares de la bahía, la respuesta social e institucional fue de escepticismo. No existía conciencia de la importancia de estos espacios litorales.

Por aquellos años, las zonas húmedas de la bahía estaban condenadas a ser rellenadas. El suelo no valía nada. Sobre ellas se construyeron grandes polígonos industriales, promociones de viviendas, un centro comercial y hasta un recinto ferial. Además, miles de hectáreas de marismas fueron desecadas para un supuesto uso agrícola fracasado.

Y comenzamos un tenaz trabajo de explicación de este proyecto, que pretendía salvar estos espacios naturales y dotarlos de nuevas funcionalidades. Al alcalde de Chiclana, Pepe Mier, lo invitamos a visitar las salinas Guerande, en Bretaña, para que conociera la experiencia de restauración y aprovechamiento económico y turístico de salinas tradicionales. Tras numerosas reuniones con todos los ayuntamientos y con la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, conseguimos el apoyo de los ayuntamientos de Chiclana, Puerto Real y, condicionado, de Cádiz; Carlos Díaz lo aceptó, pero con el límite en Torregorda, no en Cortadura como contemplaba el proyecto. El ayuntamiento de El Puerto no se manifestó, y el de San Fernando presentó una oposición beligerante que mantuvo durante años.

Cuando en 1989 la Junta de Andalucía presentó el proyecto de Ley de Inventario de Espacios Naturales Protegidos, que incluía la declaración de 80 espacios naturales, se excluyó el parque natural en la Bahía de Cádiz. Este proyecto de ley sólo protegía, con la figura de paraje natural, los enclaves de Los Toruños y la isla del Trocadero. Al final, conseguimos convencer al PSOE y a IU para que apoyaran la propuesta de parque natural, que fue aprobada por el Parlamento de Andalucía el 28 de junio de 1989, con el voto en contra del PP.

El parque natural es ya una realidad consolidada, con mucha potencialidad y opciones de futuro.