Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

Hablarle a tu ciudad con cariño te deja en el interior unas sensaciones difíciles de explicar, pero preciosas y únicas.

Estará de acuerdo conmigo cualquier otra persona que sienta su ciudad, su Puerto, nuestro Puerto, como patria y como continente.

El pasado lunes tuve la responsabilidad y el enorme privilegio de pregonar la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino en la Caseta Helo-Libo y he sentido, y os lo digo en serio, lo que necesita el portuense.

Quizás me marqué como objetivo el remover la conciencia de mis paisanos, quizás me marqué como objetivo, simplemente, decirle a mi gente lo que tienen a su alrededor a diario. No busqué más, solo enseñarles la realidad de la ciudad en la que viven, sus valores, sus tradiciones y su potencial.

No hay más ciego, que el que no quiere ver y ese es el mal de nuestro Puerto.

Nos escudamos siempre en un pensamiento que nos refugia frente a nuestra propia forma de ser, “el portuense es malo consigo mismo y con su ciudad”.

Eso decimos para sentirnos bien, eso decimos cuando nosotros mismos nos cargamos a nuestra gente y nuestras cosas.

Estar oyendo siempre criticas despectivas, destructivas, no nos hace ver nada más que todo negativo, ¡Ojo! Que no se pierda el poder de la opinión, pero quizás deberíamos comenzar a tratarnos mejor.

El lunes noté en mis propias carnes ese sentimiento que los portuenses tienen cuando le ofrecen en positivo las cosas de nuestra ciudad. Lo noté en cada aplauso, lo noté en cada silencio, lo noté en cada ¡ole! ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no nos lo creemos ya?

Amigas, amigos, hay personas que ahorran un año entero para veranear aquí quince días ¿Solo nosotros no nos damos cuenta dónde vivimos?

Esto en principio no es cuestión de política, queridos paisanos, esto es cuestión de orgullo y amor propio portuense. Una vez adquirido ese amor propio sí es cosa de política y de esa forma sabremos decidir en las urnas, de verdad, el mejor futuro para nuestra ciudad; el nuestro como ciudad, no el futuro de ellos.

Piensen lo que les digo. De momento os deseo de corazón a todos una Feliz Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino.

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