Análisis

José pettenghi

Neologismos pandémicos

'Carroñavirus', nuevo vocablo del momento: trastorno grave que afecta a la decencia

La conmoción de la pandemia ha introducido nuevos vocablos en nuestro habla. Ahí va mi humilde aportación a estos neologismos:

Coronabulos: virus que inocula bobadas científicas, simplezas y chorradas (a veces interesadas) en el cerebro del paciente. Es más grave si en vez de cerebro, se tiene celebro. La última es que el CoVid19 viene del espacio.

Coronabonos: artefacto de deuda que, ya verás, la pagaremos los de siempre.

Cuarenterados: trastorno provocado por el aburrimiento confinativo, que conduce a que el paciente sepa de todo: virus, epidemias, ARN…

Corinavirus: germen que elimina de los medios de comunicación todo rastro de los líos del rey emérito y sus cuentas en Suiza. Muy peligroso, pues no produce síntomas.

Balconfinamiento: uso del balcón para asuntos inapropiados del mismo, y así mostrar ideología, fobias y apegos. No es grave, aunque se han detectado casos de aplausos a la cabra de la Legión.

Coronavivos: dolencia de los que aprovechan la pandemia para su beneficio personal. Produce fiebre patriótica. La sufrió Aznar, que tuvo que irse a Marbella, el pobre…

Coronillavirus: afecta al cerebro y el paciente no para de hablar de enfermedades, plagas y otras calamidades. La mascarilla es ineficaz en estos casos.

Coletavirus: trastorno que produce la alucinación de que Pablo Iglesias es una amenaza letal para el mundo y su provincia. Sólo afecta a aquellos que tienen patologías mentales previas.

Coronabobby: (en inglés), SS-Sturmscharführer (en alemán), que traducido resulta el síndrome de 'La Vieja del Visillo'. Un virus chivato por el que el enfermo no para de fijarse en las veces que el del 2º A baja al perro, o que los del 5º B no salen al balcón a aplaudir.

Carroñavirus: trastorno grave que afecta a la decencia. Los afectados politizan no sólo la pandemia, sino los fallecidos. Les hace anteponer la salud pública a la economía.

CoVimpostores: virus que provoca la disfunción de las manos: mientras que con la derecha se opone al salario mínimo social, con la izquierda organiza colectas para recaudar fondos y comprar macarrones, arroz y esas cosas que comen los pobres.

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