Manos Unidas es una organización de la Iglesia Católica que tiene como fin erradicar la pobreza extrema y el hambre en el tercer mundo. Es una ONGD (Organización no gubernamental para el desarrollo).

Es seglar. Y el 95% de las personas que trabajan en ella son voluntarios. Debemos saber que el 90% de sus ingresos se destinan a la realización de proyectos concretos de desarrollo solicitados por misioneros y voluntarios desde el tercer mundo. El proceso sigue unas pautas. Solicitan. Manos Unidas envía expertos que comprueben como llevarlos a cabo, y se intenta enviar el dinero. Otros voluntarios documentarán su buen fin y nos lo harán llegar.

¿Qué cómo sé que llega? Pues porque he sido alumna de religiosas que habían trabajado de misioneras, y nos confirmaban cómo esperaban las campañas. ¿Cuántos hemos sido testigos de que el dinero llegaba?

Apenas llegue febrero, esta organización iniciará su campaña. En nuestra ciudad y en torno a la segunda semana de febrero, se han propuestos a algunos centros educativos desayunos o meriendas solidarias. “Endulza tu corazón”. Es precioso el lema y muy necesario para los alumnos en los tiempos tan locos que vivimos. Para llevarlas a cabo contamos con la colaboración de las HH Concepcionistas y Las HH del Espíritu Santo. Habrá “Cenas contra el Hambre”, cuestaciones en algunos supermercados y la colecta del fin de semana será destinada a los proyectos de nuestra Diócesis Asidonia-Jerez. En el próximo artículo les hablaré de estos proyectos.

El lema de Manos Unidas para este 2023 nos pone en alerta: Frenar la desigualdad está en tus manos. 

Y ahora, doy voz y visibilidad a su publicidad:

“Manos Unidas denuncia que la desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza a nivel mundial y provoca que millones de seres humanos vivan en la pobreza y mueran de hambre.

Mientras que una parte de la humanidad vive en la opulencia, otra, ve su propia dignidad pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados. El resultado son millones de personas viviendo una situación límite.

Combatir la desigualdad no es un reto imposible. Es hora de actuar”.

¿Estará en nuestras manos? Ojalá.