Nos pasó a todos, ¿no es así? En cuestión de segundos pasamos del asombro absoluto a la sospechosa incredulidad hasta explotar en la sincera carcajada. No importa cuantas veces lo hayan escuchado narrar aquello de "papar, papar, llévame al circo", ese finstro siempre conseguía que nos pusiéramos boca abajo con cada palabro de su repertorio y con su personal coreografía cómica, que ha provocado que, al menos yo, sea incapaz de recoger los puños para agitarlos con suavidad frente al pecho sin pronunciar eso de pecadorrr de la pradera. Chiquito es grande. Tanto, como le escuché decir a la actriz López Segovia, que ha sido capaz que cualquier malage suene gracioso al imitarlo. Chiquito sacudió el vocabulario con espamos de risa grande. Chiquito en broma creó en serio. Chiquito significó el triunfo de la originalidad en los tiempos de la copia. No había resistencia posible si se lanzaba al ataquerrrr por la gloria de tu madre

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios