Con este título cantaban Los Blue Diamonds a principio de la década de los 70 del siglo pasado despidiéndose de Lola con una canción festera y muy pegadiza. Nosotros nos despedimos de nuestra ex concejala de Cultura, Lola Campos, con En la oscuridad, de Presuntos Implicados, por razones obvias. Lola, una mujer que apuntaba maneras por sus sensibilidades musicales con el violín y su aparente educación, se ha diluido como un azucarillo en una taza de café con leche al igual que le ha ocurrido a su grupo político de Ciudadanos. Ella y Curro, ese concejal con el que se lleva tan mal y que se las traga todas en los plenos, deben estar contando los días por el temor cierto a ingresar en el paro político por ineficaces –ambos-, y por el carácter sumiso que han prodigado ante un pacto que no han sabido gestionar teniendo la manija del mismo. Lola, especialmente, no ha sabido administrar la ingente riqueza y potencialidad de recursos culturales que se encontró cuando en junio de 2019 tomó posesión de su cargo. Una responsabilidad que le ha venido grande a todas luces, y que deja como un erial a todos los sectores culturales de nuestra ciudad, porque no hay ninguno que yo conozca que esté satisfecho con la gestión de esta mujer. Lola, no ha sabido pelear por mantener las actividades que funcionaban y que, sobre todo en verano, cubrían gran parte del ocio cultural porteño. La pandemia le vino al pelo tanto a ella como al resto de ediles para quitarse de en medio lo que no querían o no sabían manejar. El Bahía Jazz Festival, un encuentro musical y cultural de reconocido prestigio se fue al garete debido a un problema administrativo que, también se ha llevado por delante al Festival de Teatro de Comedias de su emplazamiento icónico y natural, argumentando ladinamente sobre éste último un supuesto ahorro de dinero, ¿ahorro de qué, señora?. Y el Festival de Cine Fantástico Insomnia, entre otros, tuvo que marchar hartos de estar hartos de tanta mediocridad. Los conciertos de verano le han comido la tostá a Lola. Sabemos que tan solo es un eslabón en la cadena para quienes la cultura con letras mayúsculas se reduce a rellenar bares. No hay culpables pero todos son sospechosos. Tanta paz lleves como descanso dejas.

manolomorillo@hotmail.com

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