Aunque siempre se ha llamado Síndrome de Apnea del Sueño, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), publicó un documento de consenso hace justo un año, en el que se hacía una nueva nomenclatura de la enfermedad más simple, que pasó a llamarse: Apnea Obstructiva del Sueño (AOS).

Esta enfermedad se caracteriza por una oclusión total o parcial de la vía aérea superior de los pacientes durante el sueño. Debido a ello, SEPAR indica que la respiración se detiene hasta que se produce una microexcitación que reactiva los músculos y reabre las vías respiratorias. La falta de aire se produce cuando los elementos que tienden a cerrar la vía aérea no pueden ser compensados ??por la capacidad de los músculos dilatadores de la faringe o de los centros respiratorios para mantenerla abierta.

Muchas veces, el primero que se da cuenta de la presencia de la enfermedad es la persona que duerme con el paciente con apnea. Tal y como señalan desde la Clínica Universidad de Navarra (CUN) los síntomas que refiere el acompañante del paciente son ronquidos, pausas de apnea, movimientos corporales excesivos, cambios en la personalidad y somniloquia (hablar dormido). Y los síntomas notan los pacientes son somnolencia diurna, ahogos nocturnos, cefalea matutina, pérdida de capacidad intelectual, micción nocturna frecuente (más de dos veces), sequedad orofaríngea y sueño agitado.

Con motivo del Día del sueño, que acaba de celebrarse, desde Cinfa recomiendan llevar un estilo de vida saludable y seguir una serie de consejos para prevenir la enfermedad. Lo primero que aconsejan es cuidar la higiene del sueño: hay que dormir el número de horas suficientes con unos horarios regulares. Respecto a la postura para dormir, decúbito lateral es la mejor para mantener lo más liberadas posibles las vías respiratorias, de manera que no se interrumpa la respiración. Además, los expertos aconsejan no permanecer tumbado directamente sobre la espalda, es mejor dormir con almohadas especiales que favorecen el paso a dormir de lado. Es importante también mantener las vías nasales despejadas durante la noche. Y acudir al especialista en el caso de que se padezca desviación de tabique o sequedad nasal por cualquier motivo. Otros consejos son mantener un peso adecuado, a través de una dieta variada y equilibrada, y practicar ejercicio físico. El deporte ayuda a controlar la respiración. Asimismo, hay que evitar el tabaco, ya que deteriora el estado de las vías respiratorias y puede agravar la apnea del sueño y el alcohol, sobre todo de noche.

Por otra parte, lanzan una advertencia sobre el consumo de ciertos medicamentos, como algunos fármacos inductores del sueño (benzodiacepinas) que hacen que el organismo disminuya su respuesta a la falta de oxígeno en sangre cuando ocurren apneas, por lo que es preferible no utilizarlos. Este tipo fármacos tienen que ser prescritos por un médico.

Y, finalmente, ante la duda hay que consultar al especialista si se tiene alguna sospecha de la enfermedad, ya que además de la apnea del sueño pueden existir otras causas que provoquen un exceso de somnolencia diurna. Seguro.