Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Celebramos un nuevo Día de Andalucía, cada vez más descafeinado, menos reivindicativo; un mero día festivo. La mayoría de los andaluces puede que ni sepan del porqué del día de Andalucía. La desmemoria es tal, que los que se opusieron al referéndum que se conmemora este día, aparecen ahora como adalides de la autonomía. Cosas del tiempo y de la desvergüenza política.

Tras las gigantescas manifestaciones del 4 de diciembre de 1977, se instauró en Andalucía la creencia generalizada que, con un gobierno propio, como los que se estaban gestando en las llamadas comunidades históricas, se podría superar nuestra secular postergación económica y social.

Ni el centro ni la derecha política -representadas entonces por UCD y AP- lo entendieron. Influidos por la reaccionaria derecha económica, los famosos señoritos, creían que con un electorado mayoritariamente de izquierdas, se constituiría un gobierno revolucionario de socialistas y comunistas. ¡Más que hubiéramos querido!

Por eso se opusieron al referéndum convocado el 28 de febrero de 1980 sobre si Andalucía iba a acceder a la autonomía por el artículo 151, que daba más competencias que la formula establecida para las comunidades no históricas. La formula fue cobarde, no pidieron el voto negativo, si no que pretendieron que no se llegara al 50% de votos positivos del censo electoral en todas las provincias, meta muy difícil de conseguir. De ahí el lamentable lema “Este no es tu referéndum”; pues no sabíamos de quién era.

Los despropósitos de los partidos políticos con la autonomía de Andalucía han sido continuos. El partido que se definía como nacionalista, el PA, decidió también oponerse a esta vía hacia la autonomía, optando por una autonomía con menos competencias; fue su fin. La izquierda, que nunca fue nacionalista ni autonomista, sino mas bien internacionalista, terminó por ganar el referéndum, arrogándose el sentimiento autonomista.

Con el tiempo, la derecha que se opuso al Título VIII de la Constitución, el de las autonomías, terminó gobernando autonomías; Fraga fue el primero. Ahora en Andalucía el PP se erige en el partido más andalucista, reivindicando las movilizaciones sociales y el referéndum que boicoteó. Como sigamos así, terminarán nombrando a Blas Infante presidente honorario del PP.

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