Crítica de Cine

El tren de la bruja

Enésima producción de terror indie avalado por un gran estudio, Hell Fest echa la vista atrás, al legado y los lugares comunes del género slasher de los años setenta y ochenta, para resucitar los sustos primarios y un discreto punto gore a costa del clásico grupo de adolescentes con ganas de cachondeo en una feria del terror de provincias.

Plotkin tira de las atracciones del tren de la bruja, el cartón-piedra y las luces de colores, también de la pérdida de la virginidad como trasfondo sexual del tránsito hacia la oscuridad, para avanzar a duras penas y sin demasiado sentido de crescendo por un laberinto de túneles, habitaciones siniestras y fetichismo cinéfilo en el que la juventud cándida es acosada y exterminada de las maneras más variopintas por el enésimo psycho-killer enmascarado.

De tan rutinaria, limitada en ideas visuales y boba en su desarrollo (¡firmado a ocho manos!), Hell Fest tiene hasta su gracia, pero tampoco demasiada. Precisamente en los trailers previos vimos el avance del regreso de Halloween con una Jamie Lee Curtis en plan abuela canosa y justiciera. La dirige David Gordon Green y no tiene mala pinta. Habrá que verla.

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