La revolución del microsurco

Exposición Un recorrido por la historia gráfica y musical del país

Esta tarde se inaugura la exposición 'Guateques. Tocatas y discos. El diseño de los discos pop españoles 1954-1970' en el Palacio Provincial de Diputación

El comisario de la muestra, Lluís Fernández, durante la visita a la exposición que se inaugura hoy en el Palacio Provincial.
El comisario de la muestra, Lluís Fernández, durante la visita a la exposición que se inaugura hoy en el Palacio Provincial.
Tamara García / Cádiz

09 de julio 2010 - 05:00

En esta exposición se canta. Se canta mucho. Es casi inevitable parar en seco, sonreír, tatarear, buscar la mirada de aprobación de otro espectador. Y cantar, bajito, como supongo que se debe cantar en las exposiciones. Es lo que tiene el disco, invita a la alegría. Es lo que tiene el tiempo, invita al recuerdo. Quince años en vinilo. La historia en microsurcos es más bonita. Suena el tiempo en el Palacio Provincial. Pasa y suena. Y no puedes remediar parar y tatarear. Aquella de Los Brincos, ésa de Rita Pavone, otra de Serrat. Pero en Guateques. Tocatas y discos, la muestra que hoy se inaugura en los Claustros de Exposiciones de Diputación, el tiempo y la música se materializan en historia gráfica, la del diseño de los discos pop en España entre 1954 y 1970. De la aparición del primer disco de Bill Haley a la separación de The Beatles. La revolución del microsurco. El alma, el rostro, en cierta manera, de toda una generación. Nada más y nada menos.

Lluís Fernández, coleccionista, periodista y autor del libro con título clavado a esta exposición, es el artífice de esta propuesta cuyo contenido cubrirá las paredes del Palacio durante todo el verano. Un proyecto donde el escritor intenta indagar en "la transformación de la sociedad española" a través del "análisis de las diferentes portadas de los discos". Y es que si, hasta ahora, el disco microsurco "ha pasado por dos etapas", la de "su nacimiento como objeto de consumo" y su posterior tratamiento "como objeto nostálgico", desde la aparición de la obra que inspira la muestra "ha pasado a ser un objeto de análisis estético", valora el comisario de la exposición que ayer estuvo en Cádiz para presentar su trabajo, junto con la diputada de Cultura, Ana Mosquera.

Con tal fin, Fernández cuelga más de 600 portadas de vinilos de 45 rpm., discos medianos de 25 cm. y long plays, junto con vitrinas portadoras de maletas tocadiscos, radio transistores, comediscos, impresionantes tocadiscos de pulsera y revistas musicales de la era de los guateques.

Un periodo que comienza con el declive de las grandes orquestas de música ligera de baile "y la irrupción de Elvis Presley y el rock and roll", apostilla, que cambiaron el panorama social y cultural de Europa y conmocionaron a los jóvenes de ambos lados del Atlántico.

El comisario pasea y conversa. No pocos de los acompañantes de la comitiva terminan cantando. Y recordando. Ejemplares de las publicaciones Discóbolo, Fans, Oriflama y Mundo Joven incitan a tirar del hilo de las canciones, los cantantes, los bailes... El twist, el mádison, el limbo-rock... En la muestra hay un apartado reservado a esa música de baile "que también dice mucho de la evolución social, por ejemplo, el twist fue el primero que rompió la pareja, hasta ese momento para bailar se necesitaban dos", cuenta.

El baile sólo supone una pequeña parte de la muestra que da la vuelta a los Claustros. Así, la exposición se divide en series cronológicas y por estilos musicales y gráficos en las que se puede observar el proceso de innovación de las tendencias artísticas de este periodo.

De esta forma, de "las portadas genéricas de corte tradicional" que vestían en el 54 a las obras de Columbia "quienes fabricaron en España los primeros discos microsurco de vinilo", dice Fernández, se pasa en pocos años "al disco de cuatro canciones o extended play que revolucionó el mercado de la música moderna y la concepción del diseño de sus cubiertas".

Así, "junto a los nuevos portadistas españoles, irrumpieron los mejores diseñadores internacionales, que dieron una nueva dimensión al arte gráfico y publicitario de los años del desarrollismo español", completa el coleccionista.

Diseños de Josef Albers se alternaban junto a clásicos franceses de Gérard Jourdan, Tran Picart le Doux y Le ron Loi; italianos de Fulvio Bianconi, Sandro Bocola y Abbate; mientras se iban incorporando reputados artistas españoles como J. Espinosa, Olmos y Baldrich, que pronto dieron paso a una nueva generación de pintores y portadistas más modernos.

Buena parte de todos estos trabajos pueden contemplarse en Guateques. Tocatas y discos. Entre ellos, Lluís destaca al jerezano José Bort que, junto con J. Cobo y Cañizares, se especializó "en los nuevos ritmos del rock". "Bort es buenísimo", destaca. "De los pocos dibujantes acreditados en las portadas de los discos, Bort fue uno de los más populares diseñadores de discos españoles de música pop. Sus portadas de los Teen Tops, los Cinco Latinos y Billy Cafaro, con ilustraciones humorísticas y de influencia cubista, son algo tan inconfundible como el anuncio televisivo de Gallina Blanca o el de Fundador, de los hermanos Moro", dice.

Pero en la muestra podemos ver de todo. Cómo las modas avanzan y los sistemas técnicos se perfeccionan. "Pasa con la fotografía. Cuando llegamos a finales de los sesenta principios de los setenta vemos, los artistas salen del estudio, salen fuera, saltan... Y las cámaras de los fotógrafos pueden captar todo ese movimiento. Los objetivos han mejorado", reflexiona. Como ejemplo, la portada que viene a cerrar la exposición, la de Sargent Pepper de The Beatles, todo un hito de modernidad.

Pero hasta llegar ahí, hemos sido testigos de la evolución plástica de los diseñadores. De Ballestar con la copla, Ponce de León con las portadas de los ídolos juveniles, de los trabajos de los fotógrafos como Ibáñez, Román y Ontañón... "Quizás lo más interesante es observar que diseñadores, tipógrafos, dibujantes, ilustradores y fotógrafos elaboran novedosas propuestas para comercializar la música pop de aquellos años sin establecer distinciones formales entre música ligera, música clásica o rock and roll. Tan sólo el denominador común de una plástica innovadora, el colorido chirriante de las primeras cuatricomías y la magia del fotocromo en color", resume Fernández en su presentación que puede seguirse en los paneles que guían la muestra.

Así, la exposición recoge el trabajo de Jordi Fornas, creador de las portadas de Raimon, Serrat y Guillermina Motta para Edigsa, con "las inconfundibles fotografías en blanco y negro" de Oriol Maspons y la utilización de las tipografías Letraset, "el diseñador más sobresaliente de la nueva década". También para Raimon trabajaron, ocasionalmente, artistas consagrados como el escultor Adreu Alfaro, Miró, Tàpies y el Equipo Crónica. "Picasso, por ejemplo, ilustró el Anduriña de Juan y Junior", especifica el comisario.

Además, entre los muchos fotógrafos acreditados, Baró, Alfredo y Figueres hicieron de Gelu, el Dúo Dinámico, José Guardiola y las Hermanas Serrano ídolos juveniles de la canción ligera. Al igual que Oriol Maspons y Ubiña fotografiaron "indistintamente a catalanes y andaluces para las sobrias portadas de Edigsa y las coloristas de Belter", y popularizaron "tanto a Serrat como a Juanita Reina o Manolo Escobar", explica.

Obras de uno de los diseñadores franceses "más creativos", Gérard Jourdan, las vanguardistas "abstracciones formales" del pintor Josef Albers y las creaciones del diseñador Daniel Gil se combinan en la visita a una muestra que, casi como un regalo más, habilita una sala para ver y escuchar a Elvis, Jerry Lee Lewis, Cliff Richards y The Chordettes, entre otros artistas, en una proyección de hora y media de duración.

Una muestra para ver, escuchar, cantar (bajito) y reflexionar. Un recorrido por los primeros referentes modernos de la generación nacida tras la Segunda Guerra Mundial. La generación a 45 revoluciones. Revolución del microsurco.

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