En un paseo por la Caleta se abre ante la vista del visitante un bello espectáculo, pero lo que probablemente no sepa es que bajo sus pies también se posan algunas de las piedras que ya estaban allí desde época prehistórica. Desde que las primeras sociedades de cazadores-recolectores se asentaron en este entorno, muy transformado con el paso de los siglos, pero el mismo que protagoniza la exposición Las otras piedras de La Caleta en la sala de exposiciones temporal del Museo Provincial de Cádiz.

El trabajo parte de la tesina que hace ya trece años realizó la historiadora Nuria Herrero, comisaria de la muestra y gerente de Tapeca sobre las 3.000 piedras que guarda la pinacoteca provincial en su almacén. Un proyecto que se convierte en el punto de partida de un recorrido que arranca contextualizando al espectador con guiños a las primeras publicaciones sobre esta temática en las páginas de ABC y en las páginas de Diario de Cádiz desde el año 1969.

“Es como un círculo que se cierra porque la periodista de Diario de Cádiz que cubrió este trabajo que hice, Aída R. Agraso, ya titulaba en su noticia Las otras piedras de la Caleta, y el fotógrafo que me hizo la foto, Julio González, ha realizado las que completan esta exposición”.

Una muestra que plantea la línea del tiempo y los hitos históricos en Cádiz desde la prehistoria hasta la modernidad y que se adentra en varios aspectos como el paisaje cambiante de La Caleta, la contextualización de importantes yacimientos prehistóricos en la provincia o el tipo de piedras que los hombres y mujeres del Paleolítico inferior y medio convertían en las herramientas que les ayudaban a superar su día a día.

“También se muestra que La Caleta es un paisaje cambiante, cómo ha servido de zona de santuario, de habitación romana como se vio en los hallazgos de la villa del Club Caleta o con las piedras de fusil que han aparecido”, explica Nuria Herrero de esta reflexión que se apoya en el mapa que realizó Juan Ramón Ramírez sobre los hallazgos fenicios y púnicos realizados en la zona.Entre algunos de los detalles curiosos figuran que buena parte de estas piedras proceden de la sierra de Grazalema y de Ronda, “porque el Guadalete desembocaba en Cádiz, algo que sabemos gracias a los estudios del paleocauce”.

La provincia también está presente en este recorrido en los hallazgos de yacimientos como el Aculadero, en El Puerto de Santa María, del Campo de Gibraltar y de Jerez. De aquí procede una de las piezas más curiosas de la muestra, una defensa de elefante, que se estudió del entorno de las terrazas del Río Guadalete.

Pero no es la única, exhiben herramientas tan interesantes como “los primeros cantos tallados del Paleolítico Inferior que fabricaba el hombre para machacar el hueso y sacar el tuétano para extraer la proteína”. Entre todas, destacan tres que se exponen en vitrinas únicas como son el bifaz, que es una herramienta multiuso “que se emplearía en cortar la piel, la carne, trabajar la madera y cavar y extraer tubérculos”, el triedrio, de mayor formato y “tallada por tres caras en su extremo y posiblemente destinado a cavar, trabajar la madera o extraer los moluscos de las rocas” y la roedera, “que probablemente utilizada en el trabajo de las pieles”.

En la muestra, que también se refleja la evolución del hombre desde el Homo Erectus, se pone de manifiesto el afán recolector del mismo desde el Paleolítico Inferior, el carácter emigrante “que desde siempre nos ha acompañado ante la necesidad de supervivencia y que me gusta comentar en los talleres a los niños” y otros aspectos como los paralelismos geográficos en la manufactura de este tipo de herramientas hace ya 150.000 años “y que se debe a que ante situaciones extremas el ser humano es el único capaz de idear la misma salida, aquí y allí”.

La manufactura de dichas herramientas, de las que se exhiben otras muchas –como el hendedor, la punta levallois, la muesca, el denticulado etc.– también se explica en paneles y en el vídeo que la completa, grabado en Santa Catalina. Un acercamiento a las otras piedras que también yacen en La Caleta.