"La obra de Costus necesitaba una revisión y está siendo revalorada"
El historiador Julio Pérez Manzanares presenta en el ECCO la nueva edición de 'Costus. You are a star'
Antes que crítico, Julio Pérez Manzanares se considera fan de Costus, "pero a tus estrellas no les puedes dejar pasar ni una". Con esta premisa, el biógrafo de este dúo de artistas convertidos en icono del arte de la Movida madrileña ha revisado con la perspectiva de los años, lo que realmente significan en el arte y como fenómeno social.
Ayer presentó la reedición de su obra Costus: You Are a Star. La pintura de corte (Kitshc)en el Madrid de la Movida, bajo el sello Editorial UCA, en el mejor marco para hablar de Enrique Naya y Juan Carrero, el ECCO, que es el único espacio que recoge de forma permanente una colección de estos creadores vinculados al arte pop y el neofigurativismo de los años 80.
Es así como este doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid ha retomado aquel mito tan conocido por aquellas famosas reuniones de la calle de la Palma de Madrid, con Alaska, Almodóvar, Tino Casal o Pérez Villalta, como invitados, para darle otra vuelta y ofrecer otra visión. "Había cabos sueltos, pensábamos que eran considerados como el referente de la pintura del momento, pero, sin embargo, ni habían sido reivindicados ni rescatados", explica el autor. A partir de aquí comenzó a ahondar sobre la Movida, "sobre qué había pasado y qué se entiende por Movida para que hayan transcendido algunos aspectos y otros no". Porque, en el fondo, lo que ha ocurrido hasta el momento es que todo aquello fue escrito por gente que se vio involucrada, así que "he quitado las capas de polvo autobiográfico, para ver qué significó desde un punto de vista más profundo".
La situación política, su propio proceso creador e identitario son analizados en esta obra que vio la luz en 2008, pero que ahora ha vuelto a rescribir y depurar. "He quitado partes que creía esenciales porque con el tiempo, todo no es igual de importante".
En el apartado artítico representativo, Pérez Manzanares se vuelve más crítico para reconocer que la obra de Costus tiraba más por el acto celebrativo del fin de la dictadura que por la propia crítica social a las secuelas del rígido proceso que había vivido España contra la homosexualidad, por ejemplo, pues ellos lo eran, y eran pareja. "No ofrecían una visión crítica, se escondían en la ambigüedad y en lo celebratorio", explica.
Y es que en lo político también se quedaron a medias, "como si el franquismo no hubiera existido, vivían el momento", aunque con el tiempo se vio que "ser apolítico en la Transición era una postura política".
Sí que tomaron algunos símbolos propios del Régimen como las muñecas de Marín, la figura de Lola Flores o Paquita Rico, "para darles una vuelta irónica". También apunta en este sentido que "la parodia puede ser una formade combate". Pero no acuñaron, ni mucho menos, una pintura abiertamente crítica, como hicieron Equipo Crónica o Eduardo Arroyo, por ejemplo.
Pérez Manzanares va más allá y en este ejercicio de revisión habla de una manufactura que tiende a caer "en la baja cultura, en arte para coleccionistas sin recursos económicos", comenta. De hecho, el chochonismo ilustrado "es un arte con ciertos tintes subculturales, que viene más que ver con la cultura popular". En este sentido, fueron visionarios, "supieron ver que el arte tenía que pasar por ahí".
Con el tiempo, el dúo Costus está tomando partido en los libros de la historia del arte contemporáneo. Cátedra acaba de publicar un libro que los incluye. "También se ha producido una especie de fenómeno fan en torno a ellos". En definitiva, Costus regresa en otro momento de la historia, pero desde una visión más crítica y honesta. "El tiempo les ha sentado muy bien".
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