El pasado sábado actuaron en el Palau Sant Jordi de Barcelona y para primeros de diciembre tienen tres conciertos -con todo el papel vendido desde hace meses- en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, un lugar al que regresan y en el que precisamente se grabó la actuación que es objeto ahora de una doble edición en DVD y CD, La voz de mi silencio (Discos Senador).

Fue el primero de marzo pasado y ante más de 16.000 personas. Cuando se observa el registro de esa actuación, las imágenes no pueden menos que resultar impactantes, y no por ignorancia del fenómeno, pues bien conocido es el éxito de El Barrio. El impacto viene por la constatación real del fenómeno de masas que José Luis Figuereo ha concitado alrededor de su proyecto y sus canciones. Se puede ser más o menos barriero, pero resulta imposible obviar el magnetismo y el efecto contagioso de una música y unas letras que son coreadas por miles de almas como auténticos himnos propios.

Los números son incontestables. Al final de este año, El Barrio, con su Tour La Voz de mi Silencio, habrá dado alrededor de noventa conciertos y su espectáculo habrá sido visto y vivido por más de ochocientas mil personas. No estoy muy al tanto de las cifras de showbizz, pero uno intuye que estamos ante uno de los seguimientos más importantes de la música en este país, con un carácter continuado a lo largo de todo un año y por toda la geografía nacional. Tampoco me son conocidos los detalles técnicos de la gira pero, visto el DVD, está claro que se está haciendo con un despliegue de medios, de luz y de sonido de primera magnitud. La misma apreciación es extensible a la banda que acompaña a Selu-El Barrio, que está compuesta por una docena de músicos en el escenario, está vez sí, perfectamente conocidos todos porque, sencillamente, se trata casi en su totalidad de gaditanos. Y este es un dato que hay que resaltar y reconocer. Ahí está la guitarra flamenca de Juani de la Isla y las acústica y eléctrica de Antonio Reina y Selu Bastos, los teclados de Diego Magallanes (también acordeón) y Sergio Monroy, la batería de Juan Sainz, el bajo del sevillano Manolo Nieto, la percusión de Manuel Muñoz 'Pájaro', y los coros y las palmas de Raúl Obregón, Víctor Carrasco y José Manuel Díaz 'Chipi'.

El DVD recoge el concierto completo de una hora y cuarenta minutos con quince cortes entre los que son mayoría los temas propios de El Barrio: ¿Quién soy?, Buena, bonita y barata, Sólo soy historia, Amor de Géminis y tantos otros, que -con las baladas agrupadas en un medley- componen un todo que se interpreta siempre de manera interactiva, y que es seguido siempre por la audiencia, en la que proliferan centenares de sombreros barrieros, de forma multitudinaria.

Los tres cortes ajenos son ya conocidos en el repertorio del grupo: el gusto por el movimiento del rock andaluz, al que se le rinde homenaje con otro medley compuesto por cuatro temas del grupo Triana, el recuerdo a Los Módulos, con la canción Todo tiene su fin, y a Los Puntos con Llorando por Granada. Y hay que reconocer que estas versiones resultan originales, como en el caso de la primera, con una inspirada introducción de guitarra a cargo de Juani de la Isla y un potente clímax final de toda la banda con un solo de acordeón de Magallanes. Más en clave rockera -con recuerdo también a Medina Zahara- es la versión del tema de Los Puntos.

CD y DVD se cierran de la misma forma, con el himno Orgullo (de ser barriero): "Somos distintos, todos cantamos/ somos amigos, somos humanos/ tenemos un himno que por bandera…"