Mucho más que muebles
Estas páginas ya han sido testigo de mi admiración por lo que tiene lugar en Espacio Escala, la sala de Cajasol en lo que fue la antigua galería de Pepe Cobo y que creo, sin excederme, es de lo más importante que se presenta en el universo expositivo andaluz, no sólo por la calidad del contenido sino por la forma como éste se ofrece.
Con esta muestra, Paco Pérez Valencia ha rizado el rizo en sus maneras museográficas y ofrece un espectacular montaje donde lo artístico realiza un particularísimo guiño a la vida cotidiana. La exposición abre, una vez más y como es habitual en lo que el museógrafo sanluqueño idea o motiva a sus alumnos a idearlo, las perspectivas para que el arte no se quede en meras propuestas plásticas, sino que asuma nuevas y felices perspectivas.
Muebles?? no es una exposición de objetos cotidianos; es algo más, es una reflexión abierta sobre la existencia urbana, sobre una realidad que patrocina posiciones y que deja expeditas compuertas para que en nuestro entorno inmediato se produzcan nuevas y mejores sensaciones. Los muebles del Espacio Escala no son objetos cotidianos que permanecen estáticos a nuestro alrededor y de los que nos servimos para nuestro interés y comodidad. Son muebles que comparten nuestra existencia, pero adoptando posiciones mucho más esenciales para nuestras vidas que las que se desprenden de su mera y simple funcionalidad; muebles hechos a nuestra medida y que aportan carácter al particular desarrollo cotidiano. También son muebles que, poco a poco, han abandonado su origen utilitario para convertirse en objetos artísticos dignos de suprema veneración.
Junto a ellos parecen obras de arte, las obras de arte que pueden ocupar nuestro íntimo entorno, ésas que muchas veces dejan sus espacios artísticos para adoptar una nueva circunstancia en el desarrollo vital de una moderna sociedad de consumo con muchos matices y otros tantos cuestionamientos. Una cubertería -Sybilla-, un aparador lacado -Jaime Hayón-, una lámpara suspendida - Antoni de Moragas-, un completo mueble de cocina en acero inoxidable -Juan Luis Yáñez-, la lámpara Ilde Max de David Abad, sanitarios de baño con sus griferías - Roberto Palomba, Giulio Capellini y Peter Jamieson -e, incluso, un tatami oriental, son los objetos cotidianos que cubren las necesidades habituales de un lugar moderno, pero que han abandonado su mero lugar como mobiliario doméstico para convertirse en objetos artísticos de determinante belleza. A la par, y aportando una nueva entidad a la obra artística, una serie de piezas de artistas contemporáneos -Paco Cuadrado, Pedro Simón, Gerardo Rueda, Mayte Vieta y Deborah Castillo- junto a dos cuadros de Murillo y Zurbarán, que desencadenan su múltiple, dispar y abierto compromiso plástico y artístico.
Estamos ante una nueva propuesta de cómo presentar una colección de arte sin acudir a los trasnochados y habituales planteamientos expositivos. El arte actual y el nuevo concepto de sociedad del bienestar exigen novedosas realidades. Aquí tenemos una sugestiva prueba de ello.
También te puede interesar
Lo último