Casi una treintena de fotografías de la costa mediterránea integran la exposición que el periodista de Canal Sur Televisión Leo Sardiña inauguró ayer en Cádiz, en la sede de la Asociación de la Prensa, bajo el título Mare Nostrum. Una mirada crítica al padecimiento que la crisis económica ha traído a unos países donde nacieron civilizaciones y culturas de las que las naciones ricas, hoy exigentes opresoras, han bebido durante siglos. La muestra podrá visitarse hasta el 28 de febrero.

Leo Sardiña reconoce que la exposición nace "del enfado" que le produce que los países del norte de Europa culpen de la crisis a los de la zona mediterránea o que el tema de la deuda se haya convertido en un azote para los ciudadanos: "Esta exposición nace de una contradicción, que los turistas del norte visiten estos países para llevarse hasta su cultura. Por eso el título de la exposición es un interrogante, porque no sé hasta qué punto este mar es ya nuestro".

"He buscado imágenes de contrastes, simbólicas, que cuenten historias. Creo que las fotos no se salvan de mi visión de periodista". Fruto de sus viajes a estos países, en las instantáneas del periodista pacense aparecen ciudades de Italia, Turquía, Malta y Grecia, retratos en los que el mar es el principal protagonista, pero también sus gentes, sus costumbres y sus visitantes.

En la exposición, que se podrá ver durante todo este mes de lunes a viernes (de 8.00 a 15.00 horas), aparecen imágenes de Salento, Kos, Taranto, Esmirna, Rodas, La Valetta, Palermo, Siracusa, Estambul, Venecia, Lidia, Rodas o Corfú. No está España en un intento del autor de alejarse, de tomar una cierta distancia con el motivo de la muestra.

A la constante presencia del mar, con un intenso azul que domina muchas de las imágenes, se unen pescadores, niños jugando al fútbol (camiseta del Barça incluida) ante una mezquita de Estambul, turistas caminando junto a dos mujeres maltesas ante un café del siglo XIX en La Valetta o franquicias que, casi como en cualquier otra parte del mundo, van copando los comercios de estos países.

"Este es un homenaje a los pueblos del Mediterráneo, una reivindicación de su personalidad fraguada siglo a siglo y siempre en proceso creativo", escribe Sardiña en el folleto de la exposición.