Flamenco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

El flamenco se consagra ante la Catedral de Cádiz: así ha sido el 'flashmob' del Junco

Flashmob por el Día del Flamenco en Cádiz. / Jesús Marín

Torotrón, torotrón, torrotrón... La coreografía de El Junco arranca casi al trote, al ritmo de un tanguillo contagioso que va adquiriendo fuerza después de hacer migas con una breve pero intensa bulería hasta el precioso remate final. Así es el flashmob que Juan José Jaén ha preparado para que casi dos centenares de bailaoras de academias y escuelas gaditanas celebren esta mañana en la plaza de la Catedral la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El incombustible bailaor gaditano junto a su hermano Roberto, seguramente aún más incombustible, han protagonizado este acto llamado a consagrar el flamenco como un arte genuino y único que en Cádiz adquiere si cabe tintes todavía más festivos.

Ante la puerta principal de acceso al templo gaditano aguardaban con tiempo bailaoras de todas las edades: desde niñas muy pequeñas hasta abuelas con arte. Todas las que quisieron sumarse a la coreografía lanzada hace unas semanas por El Junco y que ha sido ensayada con mimo y atención en las escuelas gaditanas y también de manera particular. Trajes negros y clavel rojo al pelo, unos minutos antes de la una se hizo un ensayo sin el bailaor destinado a tomar posiciones y soltar nervios, mientras que gaditanos y turistas (en una preciosa mañana de sol y tremendo bullicio en el casco histórico) elevaban sus móviles para grabar el momento.

“Lo vamos a hacer hasta que se vaya el sol”, dijo El Junco después de agradecer la implicación de las academias gaditanas y de sus profesoras. Anunció una primera coreografía de prueba y se arrancó desde el pequeño escenario situado ante la puerta de la Catedral, mientras las bailaoras seguían sus movimientos ya aprendidos y se movían con la seguridad y soltura facilitada por la cantidad de ensayos personales y colectivos.

Imagen de la plaza de la Catedral durante la actividad por el Día del Flamenco. Imagen de la plaza de la Catedral durante la actividad por el Día del Flamenco.

Imagen de la plaza de la Catedral durante la actividad por el Día del Flamenco. / Jesús Marín

Manos al cielo de Cádiz y pies zapateando el suelo de la plaza en una coreografía que se repitió hasta cinco veces más, ya fuera con El Junco en el escenario principal o en la otra punta de la plaza, y que no era más que un reconocimiento al flamenco y a sus añejos hacedores, una pieza extraída del espectáculo ‘Qué pasaría si pasara’ donde los hermanos Jaén coincidieron hace ya algunos años con David Palomar y Riki Rivera.

No ha faltado la improvisación, algunos pasitos y movimientos nuevos que El Junco y su hermano han ido metiendo en cada una de las repeticiones, hasta una pequeña improvisación final con otra coreografía aún más sencillita y ante unas flamencas con pocas ganas de dejar de bailar.

Concluye así en Cádiz esta semana dedicada a recordar el día en el que el flamenco franqueó la puerta grande de la Unesco. Dos minutos y medio de tanguillo gaditano, con su llamativo paréntesis por bulerías engarzado mejor que los mejores cuplés en el Falla, y un rosario de nombres y localidades de la provincia que han hecho grande a este arte tan nuestro y, a la vez, tan de todos. Torotrón, torotrón, torotrón; se acabó.

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