Cultura

El espíritu juguetón y vanguardista de Ory se siente en la Central Lechera

  • Solveig de Ory y su marido Jean-Robert Sédano ponen en marcha por primera vez en España 'Dibujos de sonidos', una performance en la que participaron ayer alumnos de Argantonio

"Por favor, no apaguen los móviles". Éstas fueron las primeras y desconcertantes palabras que los alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio Argantonio escucharon nada más poner un pie en la Sala Central Lechera, donde ayer se estrenó por primera vez en Cádiz y en España la performance Dibujos de sonido, puesto en marcha por Solveig de Ory -hija del escritor- y su marido Jean-Robert Sédano.

Palabras desconcertantes y a la vez juguetonas, que presagiaban que algo distinto, alejado de cualquier convencionalismo estaba a punto de suceder. Es el espíritu de Carlos Edmundo de Ory, del Postismo, último destello de las vanguardias, que ahora tomaba la sala a través de la obra su hija, que ha puesto en marcha una instalación sonora convertida en performance.

"No apaguen sus móviles porque lo van a necesitar" para jugar, sentir y vivir una experiencia distinta vinculada al imaginario del poeta. Un juego de piezas sonoras que ayer resurgían desde una gran pantalla interactiva que tomaba todo el escenario de la Central Lechera, al ritmo que marcaban los alumnos, profesores e incluso la viuda del poeta, Laura Lachéroy.

"Primero que se sienten diez y otros diez se sitúen en el escenario", indicaba Solveig de Ory al expectante público. Al principio de la obra se animaron unos pocos, cuya misión era apuntar con el dispositivo de la linterna de sus móviles o con otros que les facilitaban hacia los puntos morados que aparecían repartidos por toda la pantalla.

"Se trata de dibujar con la linterna en la pantalla, y moveos, moveos". Y muy tímidamente lo hacían con la mano, que iban meciendo de un punto a otro, de un sonido a otro, de un aerolito a otro, de un verso a otro, según la pieza sonora que se iba recomponiendo sensorialmente ante el público.

Ensoñación, es el título de la primera obra que interpretaron de forma interactiva entre todos los participantes. Se trata de una obra inspirada en los versos de Emily Dickinson, "que habla de sonidos de la naturaleza". Así, a medida que un puntero conectaba con un punto malva iban sucediéndose los sonidos de los árboles, el viento, los pájaros y versos en francés.

La imagen de los propios participantes reflejada en pantalla animó a nuevos alumnos a formar parte de este juego interactivo, en el que Ory también se sintió con la obra Un paseo con Carlos. "Esta pieza se ha hecho expresamente para Cádiz", comentaba su hija.

Una obra en la que se deja oir la voz del autor. "Tenía su voz grabada y la he utilizado, no quería hacerlo con sus versos, sino con su voz". Entre algunos de sus aerolitos que hablan de pájaros, "que son pensamientos perfectos", decía Ory. Con sonidos flamencos, del mar o del viento de Cádiz.

Es la esencia artística de Carlos, que también toma cuerpo en el material didáctico que hoy se presenta en el salón de grados de la Facultad de Filosofía y Letras bajo el título ¿Cómo leer a Ory?, a partir de las 12.00, en el marco de las IV Jornadas El postismo en juego. Un encuentro que continúa esta tarde y mañana entre otros actos como la donación de la obra de Eduardo Chicharro a la Fundación Ory.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios