"Esto es como dar un golpe en la mesa"

josé anillo. cantaor

El gaditano se alza como ganador en la modalidad de cante del XXI Concurso Nacional de Córdoba

El cantaor gaditano José Anillo, ganador del Concurso de Córdoba, ayer en el café Fénix de Cádiz.
El cantaor gaditano José Anillo, ganador del Concurso de Córdoba, ayer en el café Fénix de Cádiz. / Fito Carreto
Tamara García Cádiz

25 de noviembre 2016 - 02:05

Las cosas... Justo el día en el que José Anillo se alza como ganador del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba tiene el móvil estropeado. "Allí en la tienda de móviles estaba yo con el jaleo de cambiar la tarjeta cuando por las redes sociales, con el teléfono de mi novia, me entero que he ganado en Córdoba. Mira, hasta la muchacha de la tienda se puso nerviosa", ríe el cantaor que junto al guitarrista cordobés Francisco Antonio Prieto Tenorio El Currito y al bailaor sevillano Juan Antonio Fernández Montoya Barullo componen el palmarés del XXI Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba

Toda vez resueltos los problemas técnicos, las felicitaciones escritas y de viva voz le llovían al artista gaditano "feliz", dice, de recibir este "importante galardón", uno de los más señeros de España, que viene a ser "como un golpe en la mesa" en cuanto a su reivindicación como cantaor de alante. "La verdad que este premio significa mucho para mí porque es como la consagración, la meta a conseguir, como cantaor de alante. Yo me he llevado mucho tiempo cantando para bailar y dar el paso alante cuesta más trabajo desde ahí porque en los circuitos flamencos, tradicionalmente, no se confía tanto en cantaores para bailar", reflexiona.

"Me estaba costando mucho -reconoce el cantaor con dos discos autoproducidos en el mercado- y este premio viene a ser como ese golpe en la mesa con el que digo José Anillo es un cantaor de alante demostrado".

Y no es para menos, entre más de un centenar de cantaores de todo el país, el artista gaditano pasó a la gala final en la que compitió con la jerezana Sara Salado, la onubense Macarena de la Torre y el catalán Miguel Montero. Anillo se impuso en un derroche de buen gusto demostrando su amplio dominio de los estilos gaditanos y más allá. Así, además de cantar por malagueñas, alegrías y seguiriyas de sello de la tierra, se atrevió "con un cante que dicen que siempre trae muy mala suerte en esto de los concursos, la petenera, pero mira, ha salido bien", se congratulaba el artista que confiesa que durante su pase en la final estaba "muy nervioso" aunque "al parecer no lo aparentaba nada porque me dijeron los asistentes que había que ver lo templado que estaba", ríe.

José, emocionado, recuerda que "ésta era la tercera vez que participaba en este concurso", tres participaciones y tres finales. Así, en una de las ocasiones fue nombrado como finalista al premio Niña de los Peines -cuando el premio de cante aún no estaban unificado- y el galardón quedo desierto; "y en la otra estuve en la final en dos categorías pero no conseguí ninguna, así que imagínate qué alegría más grande la que siento ahora".

No olvida el cantaor al "cincuenta por ciento culpable" de este galardón, el guitarrista Rafael Rodríguez Cabeza, "un auténtico monstruo y sin él yo no me hubiera presentado", alaba el gaditano sobre el maestro sevillano con quien también participó en el Concurso Internacional de Cante de las Minas donde sus alegrías le valieron una distinción.

Y si tiene palabras de reconocimiento para el guitarrista, tampoco se queda corto Anillo en alabanzas para su tierra porque para el artista este premio -que le ha concedido por mayoría un jurado compuesto por Mayte Martín, Calixto Sánchez y Arcángel- también significa "que el cante de Cádiz sea reconocido en toda España", algo que es "un orgullo" para el intérprete que comenzó su andadura profesional apenas con 17 años con su debut en el Teatro de la Villa de Madrid y en el Gran Teatro Falla de Cádiz con la compañía de Manuela Carrasco.

Posteriormente, trabajó en compañías como la de Cristina Hoyos, Israel Galván, Farruquito y Rocío Molina, además de acompañar a otros artistas como Antonio Canales, Joaquín Grilo, Rafael Campallo y Belén Maya, entre otros, además de realizar otros trabajos como su colaboración como vocalista en 2007 en el documental The Last Conquistador del director Jhon Valadez con música del compositor Richard Martínez.

En cuanto a su carrera en solitario ha trabajado con artistas como Carmen Linares, Chano Lobato o Miguel Poveda y con su hermana Encarna Anillo con quien comparte el exquisito disco (y espectáculo) Voz de agua, voz de viento.

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