El arte a través de una copa de vino

La artista Sofía Rosende expone su obra reciente en la Sala de Exposiciones de El Pópulo

Sofía Rosende posa ante su obra en la Sala de El Pópulo.
Sofía Rosende posa ante su obra en la Sala de El Pópulo.
Virginia León Cádiz

13 de noviembre 2015 - 05:00

'ENTRE COPAS'

Sofía Rosende Sala de Exposiciones El Pópulo, Puede verse hasta el 28 de noviembre.

Una copa de vino marca las pinceladas de la artista Sofía Rosende. En su frágil diseño de cristal enmarca auténticas escenas de danza o flamenco, amor o erótica, al vaivén de un chorro de vino. Así surge Entre copas, una muestra de la obra más reciente de la pintora gallega afincada en Cádiz, que acaba de inaugurar esta exposición en la Sala de El Pópulo.

Las tres series en las que ha trabajado son Eros, Danza y Flamenco, introduciéndose en los primeros pasos de lo que denomina Bodegones al aire libre. Un camino que empezó a recorrer en Galicia, cuando se presentó al concurso del cartel de una marca de vinos que no ganó, pero que fue seleccionado. "Harta de encargos y bodegones, rescaté aquel cartel y empecé a desarrollar la idea". La maduró y creó dos primeras obras en gran formato que vendió rápidamente, una de las cuáles se exponen en El Pópulo, junto a otra serie de piezas de colecciones privadas. Y así arrancó esta propuesta repleta de matices dramáticos prestados del flamenco o la danza, elaborada en óleo sobre papel (las de pequeño formato) y en óleo sobre lienzo las grandes, cuyo proceso de elaboración narra su autora. "Primero lo monto en photoshop. Sigo el movimiento del vino, que me alude a una figura y ya luego, sobre el lienzo, voy haciendo las correcciones que veo oportunas", explica.

Los tonos rojizos de los caldos inspiran así una obra sugerente, pasional, que transporta al espectador a las misteriosas transparencias y reflejos de las copas de cristal, "que me permite reflejar muchos matices". Una vez realizada estas series anuncia que se va a introducir en otro tipo de vinos blancos o azulados, para cultivar otras escenas urbanas de la ciudad, de las que expone varias piezas. "En la azotea de mi casa, donde se ve la Catedral, hice varias pruebas de fotos, jugando a enfocar y desenfocar el fondo, y finalmente hice mi propia interpretación", asevera de esta serie con escenas gaditanas oteadas desde el prisma de la copa de vino. "La copa es la pieza impresdindible en mi obra, pues me da mucho juego", dice de un imaginario que Rosende crea de forma pausada y metódica. Sin detalles que se escapen a su ideal artístico.

Su estilo se enmarca en el hiperrealismo, con el evidente toque surrealista que aporta este maridaje entre sus figuras, vibrantes movimientos de vinos y potentes matices de color, a través del cristal. De hecho, juega al reflejo del entorno en la superficie, en el enfoque y desenfoque de los objetos, atrapando la atención sobre curiosos detalles como el de la imagen de la Catedral gaditana sobre el tallo de la copa.

Un nuevo giro en la perspectiva ilusoria de la ciudad, con cuya imagen ya jugó previamente, y que sirvió para el cartel de la película Beatifull Cádiz, en el que aparece también la seo gaditana desde el mar.

En total son 17 las piezas que exhibe en su primera exposición individual en Cádiz. Arte concebido desde el prisma de una copa de cristal.

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