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Música

Salvador Sobral en Cádiz: "Si a la amistad y a la música, le sumas los langostinos y el Gabriela..."

Salvador Sobral, durante una actuación.

Salvador Sobral, durante una actuación. / Javier López (Efe)

Si a través de la pantalla su voz emocionó a millones de personas de todo el mundo durante su actuación en Eurovisión en 2017, la oportunidad de disfrutar en directo hoy, en 2023, del Salvador Sobral más enérgico, tras su exitoso trasplante de corazón, se convierte en una experiencia que todo amante de la música, sea del género que sea, debería vivir, como poco, una vez en la vida. Divertido, conmovedor, trepidante, exquisito. Un concierto de Salvador Sobral es un viaje por todos los estados posibles de la mano de uno de los artistas más talentosos de la escena y que, además, mantiene un fuerte vinculación con la provincia de Cádiz. Por eso, la cita de este sábado 27 de mayo en el Gran Teatro Falla se convierte en un día especial para el artista pero, también, para el público. Si no, que se lo digan a los espectadores que el pasado verano disfrutaron del portugués en el Festival JazzCádiz...

–El concierto del sábado en el Falla tiene su origen en un compromiso que alcanzó la concejala de Cultura con usted durante su actuación en el Festival de Jazz del verano pasado al que, además, regresaba después de unos cuantos años. ¿Qué recuerda de ese concierto? ¿Fue un poquito especial?

–Procuro que todos los conciertos sean especiales, pero si es en Cádiz se añade algo muy personal, que me conecta con una tierra y una gente que conocí hace tiempo, cuando yo era alguien anónimo, y que me cautivaron. Sigo teniendo los mismos amigos que conocí entonces, y eso me hace regresar a aquellos días y volver a disfrutar de esa naturalidad, esa sencillez y sobre todo, de esa alegría que se derrama aquí por todos lados. En aquel concierto del Festival de Jazz de Cádiz del año pasado, con Marina y Amada cuidándonos tan bien, surgió de casualidad, y no podía desaprovechar la oportunidad de retar, con la misma sencillez y naturalidad de los gaditanos, a la responsable de Cultura, que se encontraba entre el público en el concierto, a llevarme al Gran Teatro. Y aquí estamos.

–Supongo que esta inminente cita en el Falla también lo será, le tenía usted ganas ¿no?

–Muchas. El arte de miles de gaditanos durante décadas, ha sido expuesto allí especialmente en Carnaval. Sin quererlo, se tiene que respirar diferente.

–Decía que está conectado a esta tierra, y creo que sobre todo con Sanlúcar. ¿De dónde viene esa relación con la provincia?

–Al formar parte de la lista para ser trasplantado de corazón, no podía estar muy lejos de Lisboa y Cádiz me quedaba relativamente cerca, y allí ya tenía amigos, sobre todo en Sanlúcar. Si a la amistad y a la música le sumas los langostinos y el Gabriela…

–Hábleme del contenido del concierto. Creo que no son sólo los temas de ‘bpm’ sino que abrirá el abanico, incluso, a algún tema nuevo.

–Por mi concepto de lo que deben de ser los conciertos, procuro no repetirme, y hacer algo nuevo siempre. Si a eso le sumas que ya el año pasado presentamos bpm, batimentos por minuto, mi último disco, en Cádiz, estoy más obligado que nunca a hacer algo diferente. No puedo dejar de ser yo, evidentemente, pero sin duda será diferente. Y ayudado por “el duende” del Falla, y por el público, seguro que reímos, lloramos, cantamos…

–Con ‘bpm’, por cierto, debutó en la composición. ¿Sigue explorando ese camino? ¿También en diferentes idiomas?

–Sí, sigo en ese camino. Ya dije en muchas ocasiones que en principio no era algo que me atraía mucho. Pero también era consciente que para ser considerado un artista más completo, hay que pasar por la composición, si no en la totalidad, al menos en un porcentaje amplio del repertorio que desarrollas. Y me puse a ello con disciplina y trabajo, ayudado y de la mano de mi “hermano” Leo Aldrey, coatutor de mis temas y productor.

–¿De dónde sale 'SAL'? Apenas cuatro temas y grabados de una forma muy orgánica y muy desnuda. ¿Por qué?

–En los conciertos, por muy grandes que sean los espacios donde se celebren, intento que el público se sienta como en el salón de mi casa. Sin nada más que instrumentos, músicos y canciones. Y pensé, ¿por qué no grabar realmente algo en el salón de mi casa, con un piano normal, mi piano, y sin más objetivo que ese? Que la gente pudiera sentir que estaba en mi propio salón.

–Magnífica recepción ha tenido ese ‘Al llegar’ con Jorge Drexler. ¿Me cuenta la intrahistoria de esa colaboración?

–Es conocido que Jorge Drexler, desde hace muchos, muchos años, es un artista que me sirve de inspiración y al que sigo. Hacer una colaboración con él, como se puede imaginar, era un sueño para mí. Pero quería que fuera de una manera lo más natural posible. Con el tiempo nos conocimos, y nos tratamos, no mucho pero lo suficiente para que esto surgiera. Y el siguiente paso fue componer un tema muy cercano también a su estilo para convencerlo definitivamente. Buscar huecos en ambas agendas, y hacerlo. Y lo hicimos.

–Le quiero preguntar por 'Timbre', el que será su cuarto disco. No sé si me puede adelantar algo de su contenido o de sus fechas...

–Prefiero no adelantar mucho, para no matar las expectativas, y para poder ir dando aperitivos de aquí a cuando salga el disco que será a finales de septiembre.

–He leído que tras su operación no se siente el mismo, que no se reconoce cuando ve fotos del preoperatorio. ¿Siente también la música de manera diferente?, ¿es el mismo músico?

–No soy la misma persona, y eso afecta evidentemente a todos los aspectos. El primero el físico. Salvé la vida porque alguien generoso donó, y porque un equipo excepcional de profesionales fue capaz de cuidarme y salvarme. Con el aspecto físico solucionado, lo demás comienza a cambiar también, y a partir de ahí…

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