Mal Pelo en la búsqueda de la identidad
María Muñoz, codirectora del grupo con Pep Ramis, pone hoy en escena el espectáculo 'Todos lo nombres'.
Quizás, nombrar solo sea el intento desesperado del ser humano de explicar lo que es. Nombrar es, si acaso, el ansia de confirmar la existencia misma. María Muñoz, directora de Mal Pelo, lo dice mejor: "Nombrar es esculpir la voluntad de descifrar lo que somos". María Muñoz lo cree, lo crea y lo baila mejor con Todos los nombres, el espectáculo que la formación que codirige con Pep Ramis, Mal Pelo, presenta dentro de la programación del MOV-S en Cádiz. Hoy, en la Sala Central Lechera, a las nueve de la noche.
"Todos los nombres surge del deseo de indagar sobre qué es para cada uno de nosotros los nombres", simplifica la artista que, para tal fin, crea a un personaje, Carnaval, que a lo largo de la pieza "habla sobre las diferentes ideas relacionadas con el nombre y se pregunta a momentos si son nuestros nombres los que nos dan nuestra identidad y, en otros momentos, él mismo lo niega". Pero este personaje no estará solo. La traducción al cuerpo de las ideas expresadas por Carnaval será tarea de Presente. "Es otro personaje con el que me presento sin palabras, un personaje más neutro", define la co-regidora de la compañía galardonada en 2009 con el Premio Nacional de Danza.
Mal Pelo, fundada en 1989, vuelve a contar en este montaje con el escritor John Berger, con el que ya trabajaron en tres espectáculos diferentes "de manera muy diversa, desde utilizar su trabajo ya hecho hasta la participación directa de él". Para Todos los nombres, la colaboración se redujo a un texto de partida pero que, de alguna manera, es "la columna vertebral del espectáculo", distingue Muñoz.
"El texto viene a decir que todos tenemos muchos nombres y cada uno tiene su adjetivo. Son como prendas de vestir. También dice que cuando no tenemos nombre estamos desnudos, estar desnudos es una manera de esperar", rememora la creadora sobre esta semilla que germinó en una indagación más profunda sobre el tema de los nombres que la llevó a encontrarse "como una grata sorpresa" con el filósofo madrileño Carlos Thiebaut con quien pudo "estar en contacto" y mantuvo "una relación muy bonita" durante todo el proceso de creación del espectáculo.
"Thiebaut realizó una tesis doctoral que se tituló Historia del nombrar que tiene una primera parte desde una perspectiva más histórica y filosófica pero cuenta con una segunda parte en la que realiza un viaje a través de unos cuadros del Museo del Prado en los que habla sobre lo que sería el nombrar antiguo y el nombrar moderno y, a partir de ahí, tú puedes construir los diferentes aspectos de tu identidad con los propios nombres. Bueno, es un poco difícil de explicar...", ríe Muñoz que cuenta con unos textos en el montaje que beben de esta lectura y de "una serie de conversaciones de ida y vuelta con él", asegura.
Este concepto se plasma en una puesta en escena "austera pero compleja" ya que se salpica de objetos, "pequeñas máquinas con movimiento" que acompañan a Carnaval "en su quehacer alocado", descubre la codirectora e intérprete que ha trabajado la escenografía con Ben Heinzel y Magali Rousseau, que crean estos objetos "muy artesanos" . La iluminación está diseñada por August Viladomat que ayuda a crear "diferentes ambientes, espacios", asevera, mientras que la música tiene un gran peso porque "es una colaboración muy especial hecha por los sonidos de tres músicos, Steve Noble y John Edwards (que suelen trabajar juntos) y el portugués Nuno Rebelo. Ellos produjeron una serie de materiales que fueron compuestos y grabados en directo por Pep Ramis", resume.
Mal Pelo continúa así con su interés fundacional, su "necesidad", de "ir aprendiendo y de encontrar fórmulas para acercarnos a las ideas desde la danza y desde otras disciplinas", además de, actualmente, su voluntad de "compartir experiencias con intérpretes y creadores más jóvenes".
No hay comentarios