Quien todavía albergue dudas sobre la novela negra y continúe catalogándola como un género menor debiera leer inmediatamente a Rosa Ribas para entender –de una vez por todas– que hablamos de literatura con mayúsculas. Rosa se mueve con paso firme entre fronteras difusas y lápiz en mano (siempre a lápiz) teje tramas tan bien hilvanadas que merecerían desfilar en pasarelas de moda. Ya había dado muestras de ello en algunas de sus obras, pero con Un asunto demasiado familiar, publicada por Tusquets en 2019, inició una serie que tiene enganchados a miles de lectores en nuestro país. Tras esta primera entrega llegó Los buenos hijos (2021) y ahora, y por ello estamos de enhorabuena, acaba de publicar la tercera entrega de la trilogía que tiene como protagonista a los Hernández, una familia de detectives que componen un fresco casi renacentista de personajes a los que parece haber dado color un maestro de la escuela veneciana.

Portada del libro.

El nombre escogido para esta nuesta novela es Nuestros muertos, y vuelve a ser editada por Tusquets. Han pasado varios años desde que los Hernández, detectives en el barrio de Sant Andreu, tuvieron que cerrar su agencia. El mundo ha cambiado y la familia se ha disgregado: Mateo, el padre, trabaja en unas oficinas en la parte alta de Barcelona; Amalia, en una empresa especializada en seguridad, y Nora, que siempre quiso llevar una vida tranquila, da clases en una academia nocturna.

Aunque no lo reconozcan, han compartido muchos casos en el pasado, algunos muertos y, por más que quieran evitarla, alguna cuenta pendiente, que Lola, la matriarca, les recuerda. También para que irremediablemente vuelvan a reunirse, y actúen juntos. ¿Abrirán de nuevo la agencia?

Desde Tusquets indican que Nuestros muertos “es la esperada y brillantísima continuación de Un asunto demasiado familiar y Los buenos hijos, una serie policiaca que cuenta además la historia de una familia disfuncional. Secretos que se callan, la convivencia con algunas enfermedades mentales, y sobre todo la inteligencia para resolver asuntos muy actuales, se entremezclan en una parte muy reconocible de la Barcelona de nuestros días”.

Si en las dos primeras novelas Rosa Ribas iba mostrando unos personajes conmovedores, algunos, como Lola, con su dosis de locura y cinismo absolutamente deliciosos desde las primeras líneas de la historia, en esta tercera sus complejas relaciones se sitúan en esa nueva Barcelona que la autora se ha encontrado tras volver desde Alemania, donde residió durante los últimos 30 años junto a su pareja. “Ahora soy una medio alemana, medio catalana, y me tengo que adaptar”, reconoce.

La recomendación: ‘Diario de un agente de homicidios’, un true-crime de los buenos

l true-crime está ganando cada vez más adeptos en nuestro país. Año tras año no sólo se publican títulos muy interesantes sino que hay programas de televisión y podcast fascinantes que nos adentran en los crímenes reales. Esta semana traemos una novedad que nos parece a tener muy en cuenta. Lleva por título Diario de un agente de homicidios y lo ha escrito Óscar Tarruella, un ex policía y perfilador criminal especializado en muertes violentas con más de 25 años de experiencia. En la obra, editada por Plaza y Janés, comparte sin filtros el día a día de una profesión para la que estaba predestinado: desde los éxitos, las estrategias y los detalles de casos reales hasta las dudas y las frustraciones, que también acompañan la complicada labor policial. Como la propia editorial la define, estamos ante “una obra valiente y de lectura apasionante que acerca al lector el trabajo —a menudo mal retratado y poco conocido— de un investigador criminal y que, por desgracia, confirma el famoso axioma de que la realidad siempre supera la ficción”.Porque desde la noche de los tiempos el crimen siempre nos ha generado una enorme fascinación. Por eso el género negro está tan de moda y surgen autores tan interesantes como Óscar Tarruella.