La 36 edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, la segunda dirigida por Isla Aguilar y Miguel Oyarzun, la primera tras ganar el concurso público, comienza este fin de semana poniendo una pica en la ansiada conquista de nuevos públicos que persigue todo buen festival que se precie. Así, el presente FIT dirige su mirada hacia los más pequeños de la casa con espectáculos, pases especiales y acciones formativas como herramienta que podría contribuir a dibujar una de las líneas maestras del Plan Director que Aguilar y Oyarzun han preparado para el festival que comandarán en los próximos cuatro años: el fortalecimiento de la relación del festival con el territorio.

En esa tarea, el acercamiento a la población infantil y familiar de la ciudad se erige como casi “como un mandato” pero también “como una necesidad”, a juicio de la “abrumadora” respuesta “positiva” que, por ejemplo, han ofrecido los institutos de la ciudad cuando desde el FIT se les ha invitado a participar en algunas funciones especiales para sus escolares, como aseguran los directores de la cita.

Funciones donde el teatro iberoamericano es protagonista, siempre desde el lenguaje contemporáneo que es el que interesa a los nuevos directores del FIT que buscan abrir nuevos diálogos y vías de colaboración con el continente hermano y con compañías también de diferentes lugares de nuestra geografía “siempre sumando al gran trabajo ya hecho”, apostillan.

Un lenguaje, defienden, que también hablan y comprenden hasta los más pequeños de los pequeños. Prueba de ello, es el espectáculo con el que este sábado se inaugura la programación infantil, ...Y las ideas vuelan, una propuesta dirigida a los niños a partir de 2 años ideada por la compañía catalana Animal Religion.

Creada por un artista de circo, una iluminadora y un músico, …Y las ideas vuelan es una delicada pieza de circo poético donde un único acróbata-bailarín (Quim Girón) –a través del sonido, la luz, unos pocos objetos y la complicidad con los niños y niñas– genera una atmósfera inquietante y divertida que nos invita a fijarnos en lo más delicado y frágil y a disfrutar de lo más simple. Una obra que podrán disfrutar los padres y los hijos en el mismo escenario del Gran Teatro Falla, donde se desarrollará hoy a las 17:30 horas y el domingo a las 12.30 y 17.30 horas.

Otra pieza destinada al disfrute familiar es la Tierra efímera del Colectivo Terrón, recomendada para niños a partir de 4 años y que se pondrá en escena en el Teatro del Títere La Tía Norica el 31 de octubre a las 12:00 y a las 17:30 horas. Tierra efímera es una obra de teatro visual que convierte la tierra en una materia pictórica, viva y llena de matices. Es cine, pintura, coreografía, dibujos animados, teatro de sombras, creación gráfica… Así partir de un único elemento se despliega un universo de imágenes y de texturas que tal vez inconscientemente nos recuerdan a las pinturas rupestres, a nuestros dibujos de cuando niños, a las acuarelas de Miquel Barceló, a las construcciones en adobe… Todo ello fruto de un taller de arquitectura con barro que el Colectivo Terrón realizó en Chile.

Además, esta compañía también será la encargada de comandar un taller para niños a partir de los 5 años sobre sus técnicas de trabajo con tierra y barro en el que podrán participar también los padres asistentes. La cita, gratuita previa inscripción, se celebrará en el Teatro del Títere La Tía Norica el 30 de octubre de 11:00 a 12:00 horas. Las inscripciones se podrán realizar hasta el 28 de octubre en participación@fitdecadiz.org indicando nombre, edad y número de teléfono.

Otra propuesta destinada al disfrute del público familiar es la Espera de la compañía de circo Eia, fundada en Barcelona en 2009 por Francesca Lissia (Cagliaria, Italia, 1982), Celso Pereira (Pontevedra, 1981), Fabrizio Giannini (Napoles, 1978) y Armando Rabanera (Arnedo, La Rioja, 1977).

Se trata de una pieza de circo participativo en la que el público es invitado, de una manera sensible y sutil, a vivir muy de cerca las andanzas y piruetas de la pareja de acróbatas. En la propuesta confluye el lenguaje actual de la investigación acrobática con el lenguaje de las tradiciones y rituales populares. El circo se convierte en un pretexto para contar historias de confianza y escucha y para celebrar la ceremonia del encuentro.

El festival llega a los institutos

Como adelantaron sus directores, el FIT 2021 –al igual que ha ocurrido con el pasado Alcances 2021– llega este año a los escolares y con un “gran recibimiento”. “Desde que se abrió esta posibilidad nos llegaron una cantidad abrumadora de peticiones, así que hemos detectado una necesidad que vamos a ir atendiendo especialmente en estos años”, explicaron Aguilar y Oryazún que invitaron este pasado viernes a los alumnos del IES Caleta, IES Drago, Colegio Argantonio, La Salle-Viña y IES Cortadura a ver la obra Fuenteovejuna. Historia del maltrato, de la uruguaya Marianella Morena, en el Teatro del Títere; y a los alumnos del IES Columela, IES San Severiano y a los de la Escuela de Arte a ver las Impostoras, de la chilena Mariana Hausdorf Andrade, en la Sala Central Lechera el próximo 21 de octubre.

Pases especiales de las obras que se suman a la función dedicada a la infancia con TEA que podrá ver mañana ...y las ideas vuelan, de la compañía Animal Religion, en el Gran Teatro Falla.

Formación para los profesores de Primaria

La programación del FIT se acuerda de la comunidad educativa, y no sólo con las funciones para los institutos. Así, el festival ofrece a los profesores de 2º y 3º de Primaria de la ciudad, a las escuelas de música que impartan formación en esas edades y a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación del grado de Educación Primaria de la Universidad de Cádiz una formación complementaria dirigida a activar la percepción en las aulas mediante dispositivos artísticos que atraviesan las ocho competencias.

Se trata del proyecto Perceptómetros, donde colaboran también la Red Planea y Zemos 98, una metodología que acerca la posibilidad de formar estudiantes que aprendan a hacer preguntas más que a dar respuestas, a partir de un contexto artístico en el que, como protagonistas, aprenden la necesidad del debate, la importancia de la colaboración, pero también lo revelador que puede resultar cometer errores. Todo ello se traduce en el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad y la innovación.

Este curso amparado por el FIT ofrece formación, acompañamiento y asesoría para implementar estos dispositivos artísticos –por ejemplo, la creación de un fanzine que trabajará y llevará el alumno durante todo el curso escolar– como herramienta para incorporar los contenidos curriculares desde una mirada diferente, atractiva, y complementaria, al quehacer diario del aula.