Sol y playas, rural, industrial, de cruceros, verde, gastronómico, activo, en familia, de salud... El turismo, en todas sus modalidades, sigue siendo el sector que permite arrojar algo de luz a la economía gaditana en plena crisis.

Así lo demuestran los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística sobre la ocupación durante el pasado noviembre en la provincia de Cádiz. En el penúltimo mes de 2013 el número de viajeros alcanzó los 93.147, de los cuales 64.653 eran residentes españoles y 28.494, extranjeros. En comparación con noviembre de 2012, se ha experimentado un significativo incremento alrededor de los 9.000 turistas, concretamente, 8.402 visitantes más. Resulta curioso  que dicha subida ha sido más sensible entre los turistas nacionales. Así lo confirman también fuentes de la Junta de Andalucía, que apuntan a Cádiz como segunda provincia (sólo por detrás de Málaga) en cuanto a visitas en el conjunto de la comunidad autónoma. La administración regional estima que el crecimiento del mercado nacional en el último año en Cádiz ha sido de un 10,4%, mientras que en el resto de Andalucía esta cifra sólo ha llegado al 6,2%, lo que viene a ratificar que la provincia está de moda.

El INE también recoge que el total de pernoctaciones en noviembre de 2013 fue de 208.031, igualmente repartidas entre visitantes nacionales y foráneos (122.916 y 85.115, respectivamente). Estas más de 200.000 estancias vuelven a superar a la registradas en noviembre de 2012, que se contabilizaron en 197.323.

En este apartado hay que resaltar la amplia oferta provincial en materia de establecimientos hosteleros. Hoteles, hostales, pensiones, apartamentos, camping... suman más de 45.000 camas que barajan igualmente una vasta horquilla de precios para todos los bolsillos.

Una vez más, según el organismo de servicios estadísticos de España, noviembre se saldó con una estancia media de 2,25 días por turista. Asimismo, esto se tradujo en 2.778 puestos de trabajo relacionados con el sector.

Precisamente en materia de empleo está jugando un papel decisivo en la provincia el turismo rural, que ha doblado sus plazas en los últimos seis años, ya que ha pasado de contar con 56 establecimientos rurales a 93, y de tener 695 plazas a superar las 1.150. En este sentido, la Sierra de Cádiz ha pretendido consolidarse como un destino turístico que ha permitido desestacionalizar el sector y ofrecer una alternativa al clásico de las tres 'eses': sun, sand, sea (sol, arena y mar). No obstante, empresarios de la comarca serrana hablan de un tímido incremento de la empleabilidad (de 130 trabajadores en temporada baja a 180 en alta) así como de un fuerte intrusismo que merma la calidad de las prestaciones y servicios ofertados.

Hay otra comarca gaditana que está agarrándose al turismo como baza fundamental para sortear los efectos de la crisis: La Janda. Varios municipios, como Vejer o Medina, saben que su patrimonio cultural es un gran atractivo que deben seguir explotando para reactivar su economía local. De ahí que apuesten por eventos tales como las jornadas de puertas abiertas, haciéndolas coincidir con puentes y días festivos.

Otras localidades, por ejemplo  Conil o Barbate, encuentran en la gastronomía un filón turístico de gran provecho, nunca mejor dicho. La I Ruta del Retinto o la Semana Gastronómica del Atún son sólo algunos de los eventos que evidencian que los turistas también se enganchan por la boca.

Mirando al mar

La provincia de Cádiz mira al mar de forma inevitable. Dieciocho de sus cuarenta y cuatro municipios son costeros, a los que hay que añadir aquellos que lindan con aguas interiores. No es de extrañar que un nuevo formato de turismo, el náutico, esté tomando forma en la provincia. En lo que a deportes se refiere, Cádiz no sólo es un excelente destino golfístico, sino que además tiene todas las infraestructuras y medios necesarios para convertirse en un excelente campo de regatas. Ahora bien, los distintos agentes implicados hablan de una mayor implicación de las administraciones competentes, que hasta ahora no han apoyado como se merece a esta industria incipiente.

Y si de mirar al mar se trata, es indispensable hablar de los cruceros. Un estudio elaborado por la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía manifiesta que ahora son más los cruceristas que llegan hasta nuestras costas pero éstos son de posición menos acomodada y que, en consecuencia, gastan menos allá donde atracan.

El informe estima que el gasto medio diario que el turista de cruceros realiza es de 39,22 euros, cifra que se eleva hasta los 60,08 si se trata de un puerto base, mientras que en puertos de escala se cuantifica en 32,10 euros.

El impacto socioeconómico del tráfico de cruceros en la Bahía de Cádiz se cifraba hasta ahora en un gasto medio aproximado por pasajero y día de 60 euros, a los que había que sumar los 20 euros que se calcula para la tripulación.

Pero la situación económica ha cambiado y si hace unos cinco años viajar en crucero era un capricho de gente rica, ahora ya no es así. Las navieras han creado un producto más adecuado a una clase media que antes veía imposible pasar sus vacaciones en un hotel flotante.