-La compañía ha realizado importantes cambios en su staff a partir de la suspensión de la cotización. Se puede decir que han hecho una purga.

-El proceso para que, paulatinamente, los expertos o profesionales tomaran las riendas de la parte operativa ya estaba en marcha. Estaba anunciado que separábamos el plano accionista del operativo, pero la suspensión ha roto este proceso y lo ha acelerado. También estamos trabajando en la incorporación de expertos y ya hemos fichado a un nuevo director financiero, que viene de una empresa grande, pero no puedo dar aún su nombre.

-En esta 'limpia', parece que el ex vicepresidente financiero, Juan Juárez, es el malo de la película.

-No quiero entrar en eso. Juan Juárez cubrió su etapa, porque las empresas tienen sus etapas. Carbures tenía una cabeza enorme para el cuerpo que tenía y los clientes se preguntaban, ¿cómo va a soportar el crecimiento? En la nueva etapa, esas figuras tienen que desaparecer. El que es consejero, es consejero; y el que es operativo, es operativo. La multifunción en la última etapa ha sido demasiado estresante.

-Por la forma en que se han desarrollado los hechos, da la impresión de que los errores han sido más graves de lo que reconocen.

-El problema es cómo asumes los problemas cuando llegan. Puedes asumir que esto no funciona y cambiarlo o puedes limpiarte las manos y echar las culpas a los demás. Pero esa no es la solución. Aquí o remamos o no remamos, y no pasa nada si quieres dejar de remar, pero eso está en la elegancia de cada uno.

-Juárez ha afirmado públicamente que se le ha ocultado información.

-Será que no la ha pedido o que das por hecho que no te informan. No puedes decir que no estás informado, que puede serlo, pero si no estás informado es por dejación. Esta es una empresa que no estaba totalmente organizada. Esto no es Telefónica ni Repsol. El que no tiene información es porque no la pide, o porque no la va a buscar, o porque está cómodo, pero no porque la empresa le haya negado esa información. El problema surge en la etapa final, cuando estalla esto, porque hay formas muy distintas de reaccionar. Hay gente que se pone a remar y gente que se pone a buscar culpables y excusas. Y yo quiero gente que reme, que reme más o menos, pero que reme. Y si alguien no quiere remar, que se vaya, y no pasa nada.

-Evidentemente hay un divorcio con Juárez, pero ¿que tal rema Rafael Contreras, ex consejero delegado de Carbures y actual presidente no ejecutivo?

-Rafael Contreras asume la responsabilidad, lo ha dicho públicamente, se aparta de la gestión, cosa muy difícil en un emprendedor, y ahora soy el único que tiene firma, más la que he delegado en los operativos. Él quiere demostrar que es verdad que puede haberse equivocado o cometido errores en su desconocimiento, pero no quiere salir corriendo. Asume el papel de un presidente no ejecutivo, que me hace gracia, porque cuando hay consejero delegado el presidente es no ejecutivo, y se dedica a convocar el consejo, a cuidar a los accionistas, a cuidar la legalidad y a vigilar desde la posición de propietario que el consejero delegado hace las cosas bien. Él mismo se ha tenido que profesionalizar y a la hora de decir que aquí hay que levantar financiación, es el primero que ha puesto lo que haga falta. Y otros no han sido tan claros.

-¿Se prevén movimientos importantes en el accionariado?

-Se prevé la entrada de accionistas, pero Rafael seguirá siendo el mayoritario. Nosotros seguimos con el plan y va a haber una financiación estructurada, porque los bancos siguen apoyando a Carbures, aunque quieren conocer, como es lógico, la situación final de los números. Cualquiera que pueda dedicarle tiempo a esto ve que la rama estaba mal y había que cortarla, pero el tronco es fabuloso, es cojonudo. Si harán falta 50 o 100 (millones) no lo sé, porque tampoco el crecimiento, que va a ser espectacular, vamos a acelerarlo más de la cuenta. El proyecto de Carbures es un proyecto de crecimiento con contratos en la mano. Me voy a diferenciar mucho en cómo se informa al mercado, porque es un tema que hasta hoy no hemos gestionado bien. A partir de ahora, voy a decir lo que tengo en la mano y sobre los posibles contratos que estoy negociando, que cada inversor lo valore y le ponga el porcentaje del crecimiento que crea que puede suponer para la compañía.