El Día de Andalucía se celebró ayer en la Diputación de Cádiz por primera vez. El Salón Regio acogió un acto para enaltecer el 28-F con el objetivo de "dar relevancia" a Cádiz en el año del Bicentenario de la Constitución. Así lo dejó claro la institución en su comunicado de la jornada anterior la institución provincial y ayer su presidente José Loaiza, lo dejó entrever en su discurso, donde habló de que el evento servía para "sellar un compromiso con la libertad". "Sellemos este compromiso en Cádiz, ciudad que alumbró hace 200 años el texto normativo que hizo a España referente. Ese espíritu que nació en Cádiz quedó vivo y refrendado posteriormente en la Constitución de 1978 y en el Estatuto de Autonomía de Andalucía", manifestó. "Confiamos en que desde hoy también Cádiz también sea referente del andalucismo constitucional, con el Doce por bandera", insistió.

Y en el Salón Regio no había una silla libre, aunque ninguna ocupada por un miembro de un partido político que no fuera el PP. Ningún representante del PSOE, ni de IU, ni de Foro, ni siguiera el PA, asistió, en consonancia con el desacuerdo mostrado con este acto en un comunicado conjunto ya que, según su postura, contraprogramaba al de Sevilla de la misma hora. Así, por allí se vio a representantes de la Guardia Civil, la Armada, de consulados, o de los empresarios, como Antonio de María, de Horeca. El resto, representantes del PP: diputados provinciales al completo, corporación de la capital gaditana, diputados, senadores, parlamentarios andaluces, concejales de la provincia; alcaldes y alcaldesas, como Teófila Martínez o Eva Corrales, el nuevo delegado de Zona Franca y el subdelegado del Gobierno, Javier de la Torre.

Más allá de la polémica, el acto contó con tres representantes de diferentes ámbitos de la provincia, que le dieron contenido con sus palabras. Fueron las del presidente del Centro Tecnológico de Acuicultura de Andaluza y fundador de la empresa Cupimar, Lázaro Rosa; el escritor Jesús Maeso y el vicerrector de Investigador y Transferencia de la Universidad de Cádiz, Manuel Bethencourt. Ellos se convirtieron en portavoces, afirmó Loaiza, del "patrimonio humano" que, "sin intrusiones", puede abrir el camino para la recuperación del empleo.

Lázaro de la Rosa abogó por la inversión en I+D+I "para darle la vuelta al calcetín" y volver a estar en la vanguardia de la acuicultura. "O somos capaces de emprender y aprovechar los recursos que disponemos en la Bahía, cambiando las normas que imposibilitan este aprovechamiento, o seremos testigos de nuestra conversión en un erial o en un basurero marino. Y yo no quiero ser testigo de esa barbaridad", manifestó de la Rosa.

Jesús Maeso realizó un poético recorrido por la provincia de Cádiz y por Andalucía, ("esplendor de la diversidad", "pluralidad de almas") pero sin caer en la complacencia y renegando de los "perniciosos tópicos y clichés" que distorsionan la proyección pública de esta comunidad. Ensalzó el papel afrontado por la Constitución de Cádiz, germen de los principios de "ciudadano y libertad para España y la América criolla"; y abogó por coger las riendas, "ante esta encrucijada para hacerla florecer".

Por último, desde el ámbito de la universidad, Manuel Bethencourt defendió a la labor de la UCA, "l a calidad de su profesorado a pesar de que el sueldo medio es de los más bajos de Europa" y su notable nivel científico. Bethencourt no se olvidó del CEIMAR y que a pesar de la falta de financiación la universidad sigue con su empeño de "buscar la excelencia". "La provincia y la universidad del mismo nombre deben ir de la mano y juntos para salir de esta situación", finalizó.

Tres personas de la cultura, la empresa y la universidad para representar que se puede salir de la crisis en una provincia afectada más que de lleno. De hecho, el propio Loaiza se refirió a que "los índices de empleo dejan cifras insoportables de consecuencias terribles" que erosionan esa libertad defendida ayer. "Eso a tenor de las miles de familias "que han tenido que hipotecar sus proyectos vitales".