Los medios de comunicación alertan estos días del posible peligro que puede suponer para la salud pasarse en navidades chupando las cabezas de las gambas y otros mariscos o crustáceos, pues contiene altas cantidades de cadmio. Este metal pesado tiende a acumularse en el organismo y es tóxico para el riñón, pudiendo causar -en casos extremos- fallo renal. Sin embargo, ¿es realmente peligroso consumir este tipo de productos tan habituales en la mesa en estas fechas?

Conviene recordar que la alerta toma como fuente una nota de abril de 2011 de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, perteneciente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y que ha sido resucitada estos días por la magia de internet. Tal ha sido el revuelo que la Fundación Española de Nutrición ha salido al paso explicando que sí, se recomienda no abusar de la carne oscura de crustáceos y mariscos, localizada principalmente en la cabeza, pero que al tratarse de un consumo "esporádico" no existe riesgo alguno para el consumidor.

La Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, una localidad que cuenta con gambas, langostinos y cigalas como sus productos estrella, también ha querido dejar claro mediante un comunicado que comer marisco es seguro y saludable, además de una delicia para el paladar. Recuerda este colectivo que "la mayoría de productos alimenticios tienen pequeñas trazas de cadmio, ya que este metal procede del medio natural y, de hecho, en los informes de la European Food Security Agency podemos leer artículos sobre el cadmio en los productos alimenticios en los que los productos del mar son de los que menos tienen, situados en el puesto 15 de 20".

Afirma la Cofradía de Pescadores sanluqueña que "nuestras gambas, langostinos y cigalas están en perfectas condiciones sanitarias, cuentan con una trazabilidad total y por supuesto no contienen metales pesados como el cadmio. Para garantizar esto periódicamente se analizan tanto por parte de la Lonja como por parte de la Delegación Territorial de la Consejería de Salud". Y piden, por tanto, "que no se generalice con estos mensajes, ya que comer productos del mar es de lo más saludable y los productos pesqueros frescos de nuestras costas están en perfectas condiciones para comerse y chupar la cabeza".