"Creía que causaría rechazo porque no tengo una carrera, pero no ha sido así"

Manuel Flor (PP) | Alcalde de Vejer

El que fuera goleador histórico del Vejer Balompié suma dos meses como máxima autoridad municipal de su localidad natal que, opina, "aún no ha alcanzado su techo en materia turística"

"Si no hubiese habido cambio político en Andalucía la Junta aún estaría culpando a Vejer del retraso del hospital"

"Las prioridades de este gobierno son la vivienda, pensando en los jóvenes, y acabar la carretera de circunvalación"

Manuel Flor, fotografiado en un rincón de la calle Arrieros de Vejer, donde se crió de niño.
Manuel Flor, fotografiado en un rincón de la calle Arrieros de Vejer, donde se crió de niño. / Manuel Aragón Pina

En los ocho meses que se llevan transcurridos del mandato corporativo iniciado en los ayuntamientos tras las elecciones municipales del año pasado, sólo en uno de ellos ha habido un relevo en la Alcaldía. Fue en Vejer, donde el 4 de diciembre Manuel Flor asumía esta responsabilidad tras la renuncia de Pepe Ortiz para centrarse en sus obligaciones como diputado nacional del PP por Cádiz.

Muy conocido en el pueblo por su pasado como goleador del equipo de fútbol del Vejer Balompié bajo el diminutivo de Lolito, el nuevo regidor muestra su ilusión por el futuro que le aguarda a su localidad que, apostilla, aún no ha alcanzado su techo turístico.

–Tras dos meses en el cargo, ¿le ha sorprendido llevar una Alcaldía o era como esperaba?

–Bueno, nada me ha cogido de sorpresa porque llevaba ya ocho años de concejal, desde 2011, y siempre he estado con responsabilidades de gobierno y muy pegado a Pepe Ortiz, trabajando codo con codo con él. Todos esos años me aportaron unos conocimientos sobre el funcionamiento de la Alcaldía que ahora me han ayudado mucho. Sí hay una diferencia y es que antes cuando teníamos un problema todos los concejales íbamos corriendo a buscar a Pepe Ortiz para que nos lo solucionara o nos diera un consejo. Y ahora no puedo buscar a nadie porque al final la responsabilidad es mía. Pero todo se va llevando poco a poco.

–Pero Pepe Ortiz sigue siendo concejal y llevando además algunas delegaciones municipales. Usted tiene la posibilidad de echarle una bronca al jefe de vez en cuando y eso es una suerte...

–(Risas) No, hombre, no. Trabajar con Pepe me ha aportado mucho, he aprendido muchísimo, y siempre nos hemos tenido un respeto mutuo. Además, sabemos que él está ahí para lo que queramos. Ni él nos va a dejar solos, ni nosotros le vamos a dejar solo. Para Vejer tiene que ser un honor que un vecino nuestro sea diputado nacional. Y quien le conoce sabe que todo lo que haga Pepe en Madrid será pensando en el bien de Vejer.

–Un relevo así siempre da mucha munición a la oposición. Me imagino que ya le habrán dicho eso de que es usted una marioneta o un hombre de paja.

–Lo que me han dicho desde la oposición es que soy un alcalde impuesto. Pero, vamos, que yo ahí no voy a entrar porque si soy alcalde es porque así lo votó el pleno municipal y porque los vejeriegos apoyaron mayoritariamente en las urnas a una candidatura en la que yo estaba y en la que todos sus componentes aportamos algo.

–¿Y qué le han dicho los vecinos de Vejer en estos dos meses?

–Si le soy sincero, yo temía que podía causar cierto rechazo porque no he estudiado ninguna carrera, pero no ha sido así. Lo que he visto o he oído en este tiempo me ha sorprendido de manera muy satisfactoria. La gente me da la enhorabuena e incluso gente de Vejer que yo sé que tienen una ideología distinta a la mía me han dado la mano y me han dicho que se alegraban de que llegara donde he llegado. Todo eso demuestra que el de Vejer es un gobierno del pueblo y no un gobierno de derechas o de izquierdas.

–¿En qué va a cambiar Vejer con usted en la Alcaldía?

–Yo mantengo lo que dije el día de la investidura, que venía para revolucionar Vejer. En 2011 ya hicimos la revolución que prometimos y ahora queremos hacerlo otra vez, para que Vejer siga avanzando gracias a los muchos proyectos que tenemos por delante.

–¿Y cuáles son esos proyectos o esas prioridades para este mandato corporativo?

–La gran prioridad es la vivienda, pensando sobre todo en los jóvenes, para que puedan emanciparse. Ya estamos trabajando en las primeras 32 viviendas y después tenemos otras 40 en cartera. Pero para nosotros también es fundamental culminar la carretera de circunvalación, para facilitar la movilidad de los vecinos, acabar la carretera hasta El Palmar, donde la Junta se ha implicado de manera importante, y seguir mejorando el hospital, que ya funciona al cien por cien pero que queremos que se convierta en un referente comarcal.

–Vamos por partes. ¿Éste era el hospital que esperaban o aún le falta algo?

–El hospital funciona ya al cien por cien, el servicio que presta es magnífico y los usuarios están muy contentos con la amabilidad y el trato que reciben allí. Se ha ganado mucho en rapidez a la hora de que a un paciente le hagan las pruebas médicas. A mí me llama la atención que haya gente que te para por la calle y te da la enhorabuena por el hospital. La gente valora que se haya peleado por ello. Dicho todo esto, es verdad que en principio se esperaba que acudiera más gente al hospital. Por eso creo que lo que ahora hace falta es informar más. Hay gente en la Janda que sigue yendo al hospital de Puerto Real cuando ahora pueden ser atendidos en el de Vejer.

–La guerra entre el Ayuntamiento de Vejer y la Junta hasta culminar el hospital fue sonora. Me imagino que ahora todo será distinto con un Gobierno andaluz de su mismo partido.

–Es que no se trata de que el Gobierno andaluz trate bien a unos y mal a otros. Cualquier gobierno tiene que atender a todos por igual. Pero en Vejer no es que la anterior Junta de Andalucía no nos beneficiara, es que sólo se dedicaban a ponernos trabas. Y eso se vio perfectamente con el proyecto del hospital, donde nos ponían una traba tras otra. De hecho, Pepe Ortiz se comprometió a construir la depuradora del hospital cuando no le correspondía, porque la Junta decía que no había partida presupuestaria. Estoy seguro de que si no hubiese habido cambio político en Andalucía, la Junta seguiría echando la culpa a Vejer del retraso del hospital, cuando el pueblo de Vejer lo dio todo por ese hospital. Es que no se puede olvidar que el suelo en el que se levantó era de las Hazas de la Suerte, es decir, de todos los vejeriegos.

–Uno de los problemas de Vejer es la despoblación paulatina de su casco histórico. ¿Qué medidas se puede tomar desde el Ayuntamiento para frenarlo?

–Aquí lo que pasó es que hace unos años la juventud prefirió abandonar el casco histórico de Vejer por comodidad, buscando una zona en la que hubiera de todo a la mano como farmacia, supermercado, centro de salud, etc. A mí me pasó eso, por ejemplo. Era una época en la que igual no se le daba tanta importancia al casco histórico como sucede ahora. Ante eso lo que nosotros incluimos en nuestro programa fue que el Ayuntamiento comprara viviendas en el casco histórico para restaurarlas y ponerlas a disposición de la juventud, para que puedan emanciparse. Y en el resto del municipio también queremos combatir la despoblación a través de una Mesa del Campo que potencie el fomento del trabajo agrícola, para que la gente se quede a vivir aquí.

–¿Se construirá alguna vez la autovía entre Vejer y Algeciras?

–Es una tarea complicada pero yo soy optimista. Y ahora que Pepe Ortiz está en el Congreso, soy más optimista aún porque sé que él va a pelear por ese proyecto.

–Pero los gobiernos de Rajoy no hicieron nada por esa autovía...

–Bueno, el Gobierno de Rajoy al menos sacó la consignación presupuestaria para el tramo Tarifa-Algeciras. Fue un paso pequeño, pero fue un paso. Pero la verdad es que esa autovía es fundamental para Vejer y para toda La Janda porque de aquí sale todos los días mucha gente para trabajar en el Campo de Gibraltar. Con esa autovía Vejer puede crecer mucho más.

–Se ha criticado mucho a Vejer por sus continuas demoras en los impagos a los proveedores. ¿A qué se debe?

–Es verdad que hemos pasado unos años muy malos, pero hemos logrado bajar la deuda de 15 millones de euros a seis millones. El año pasado por ejemplo fue muy malo porque la Junta nos puso una multa por la depuradora que no esperábamos y que nos partió por la mitad. Pero ya estamos saliendo de esa mala situación. Uno de los objetivos que nos hemos marcado para este mandato es acabar pagando a los proveedores en un plazo de entre 60 y 90 días.

–¿Y en cuánto está ahora ese tiempo de espera para cobrar?

–Bueno, digamos que está en una cifra más alta de la deseada, pero lo estamos solucionando.

–¿Echan de menos a la Mancomunidad de Municipios de la Janda? Porque después de que ustedes se fueran de ese organismo siguen surgiendo voces críticas en otros pueblos de la comarca.

–No, nosotros no echamos de menos a la Mancomunidad. Para nada. Lo que está sucediendo ahora es algo que se veía venir. Ni compensaba, ni compensa estar en la Mancomunidad. Otras mancomunidades funcionan bien y son una envidia, pero en la de la Janda todo lo que se recaudaba era simplemente para pagar sus nóminas sin que se visualizara ningún servicio.

–¿Ha alcanzado Vejer su tope en materia turística?

–No, yo creo que no. Yo creo que aún nos falta por seguir creciendo. Tenemos aún mucho potencial por explotar pero no sólo en el pueblo sino también por ejemplo en El Palmar, donde estamos trabajando mano con mano con los vecinos para dar mejor servicio, o en muchas pedanías que tienen mucho encanto y en la que se puede impulsar el turismo activo o el senderismo, entre otras cuestiones.

–Lo que no termina de arrancar es el eterno proyecto del macrocomplejo hotelero en El Palmar. ¿Han renunciado a esa iniciativa?

–Nooooo. De renuncia, nada de nada. Todo lo contrario, queremos que salga adelante pero con todos los papeles en regla.

–O sea, que hay problemas con los inversores.

–Bueno, digamos que ese inversor no aparecerá por aquí hasta que no esté todo bien cerrado con las licencias y con el plan de inundabilidad. Pero ese proyecto es muy importante y cuando esté será un paso importante para dar servicios a casi toda la pedanía.

–¿Qué futuro le espera a las viviendas ilegales de El Palmar?

–Lo importante es que estamos trabajando de la mano con la plataforma, que está unida a la asociación de vecinos de El Palmar. Todos estamos de acuerdo en que la regularización en El Palmar es fundamental tanto para ellos como para nosotros, porque queremos darles todos los servicios básicos, como agua, depuración, luz. Y el decreto ley que ha sacado la Junta es bueno para todos porque da tranquilidad. Nuestro objetivo es que a finales de este año esté todo el PGOU encaminado para su aprobación definitiva, y después haremos un plan especial por tramos. Los vecinos están trabajando muy bien, evitando que se sigan levantando construcciones irregulares en un momento crucial en el que estamos replanteando todo el proyecto.

–¿Cómo ve la evolución del paro en Vejer?

–Nunca estamos contentos del todo pero los últimos datos han sido positivos. Yo creo que el trabajo contra la estacionalidad turística está dando sus frutos, sobre todo en el casco histórico. Ahora los restaurantes abren aquí en febrero o incluso en enero, cuando antes no lo hacían hasta que llegaba Semana Santa. Se ha hecho un trabajo importante por parte del sector de la hostelería, que le está aportando mucho al pueblo.

–¿Recuperará Vejer su Día Internacional del Lomo en Manteca?

–Sí, sí, está ya decidido que seguiremos adelante porque los propios carniceros quieren que así sea. Ahora estamos hablando con la Junta para ver las medidas que hay que seguir, porque la normativa ha cambiado y nos tendremos que adoptar. Pero este mismo año habrá Día Internacional del Lomo en Manteca otra vez. Será el segundo fin de semana de octubre.

–Quedan tres años por delante pero ¿se ve usted de candidato a la Alcaldía de Vejer en las elecciones municipales de 2023?

–Disposición por mi parte hay y trabajaré estos años para tener el apoyo de mis compañeros. Pero la decisión final será del partido.

La veloz carrera política del ‘pichichi’ de la calle Arrieros

Dicen los que le conocen que era una flecha jugando al fútbol, primero en la calle y más tarde formando parte de algún equipo bien de fútbol sala o bien de fútbol 11. Y esa misma velocidad es la que parece haber empleado Manuel Flor –Lolo para unos y Lolito para otros– en su carrera política, algo que le ha permitido llegar incluso a la Alcaldía de su pueblo natal.

Esta carrera política empezó a fraguarse en el año 2009. Manuel Flor, que entonces se ganaba la vida en una empresa de decoración de escayola, recuerda que un día, después de entrenar en el polideportivo, se encontró en la grada con Pepe Ortiz, ya líder local del PP, un partido que entonces estaba en la oposición en Vejer. Y Manuel Flor, pese a no ser militante del PP, se ofreció a Ortiz para ayudarle a mejorar el deporte en Vejer. “A partir de ahí todo vino rodado, Pepe me invitó a ir a un comité local del PP, allí expuse las carencias que yo veía en Vejer en materia deportiva y terminé yendo en la lista de las municipales de 2011 y luego siendo concejal”. Ya como edil le tocó asumir delegaciones como las de Deportes, Juventud, Fiestas, Playas y, cuatro años después, Seguridad Ciudadana, Transportes, Presidencia y una tenencia de Alcaldía.

Su llegada a la Alcaldía en diciembre tras la renuncia de Pepe Ortiz fue todo un sorpresón para la sociedad vejeriega, que si conoce a Lolito no es tanto por su trayectoria política sino por la futbolística. Sus primeros pinitos empezaron como jugador de fútbol sala en El Puerto aunque en muy poco tiempo acabó siendo el delantero titular del equipo de fútbol del Vejer Balompié, siempre en categoría regional. “Una temporada llegué a marcar 42 goles”, dice orgulloso para justificar un olfato de gol que le llevó a jugar en Tercera División con el Chiclana CF. Ahí alcanzó su mejor momento deportivo e incluso tuvo la opción de recalar en el Isla Cristina, un equipo que poco después ascendería a Segunda B. Pero ese salto no se produjo porque, como él mismo dice, “en la vida se toman decisiones y a veces aciertas y otras no”.

En los años posteriores Lolito recaló de nuevo en Vejer, donde también jugó en el otro equipo local, el Español, antes de terminar probando suerte en el fútbol-playa y luego en el equipo de veteranos del Vejer, donde siguió metiendo goles hasta que sus responsabilidades políticas se fueron agigantando.

Madridista y cadista confeso, Lolo Flor dice que el fútbol es una de sus dos aficiones. La otra es la familia. Y mientras recorre su calle Arrieros, donde se topa con conocidos de toda la vida e incluso con una vecina que lleva un plato de puchero a la casa de al lado, se emociona recordando a su abuela, con quien se crió, o cuando agradece el respaldo que le dio su mujer para entrar en política, o cuando habla orgulloso de sus dos hijas pequeñas.

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