Un joven de 16 años ha denunciado que ha sido víctima de una agresión homófoba en Algeciras, donde fue golpeado en la cara por un antiguo compañero de instituto, también de 16 años, en la puerta de un local de ocio nocturno.

Según consta en la denuncia, el suceso tuvo lugar el pasado sábado sobre las 21.30 horas, cuando la víctima, acompañado de una amiga, salía al exterior del local, donde hay cámaras de seguridad.

Este joven recibió un fuerte golpe por la espalda de manera sorpresiva y, cuando pudo girarse, reconoció a M.S., un antiguo compañero de instituto, quien comenzó a propinarle una serie de "puñetazos y arañazos" en el rostro, dice la denuncia.

Debido al estado de "shock" por la agresión, el denunciante no recuerda si fue objeto de insultos durante la misma, pero sí apunta que este joven ya le había agredido con anterioridad, aunque nunca con tanta violencia.

Según relató después a la Policía Nacional, durante el tiempo en el que compartieron instituto, recibía llamadas de anónimos, con mensajes como: "Te voy a matar, maricón, hijo de puta. Lo mejor que puedes hacer es suicidarte. No debería haber gente como tú en este mundo".

Tras la agresión, la víctima acudió al hospital Punta de Europa, en Algeciras, para ser atendido y aportar el parte de lesiones a la denuncia que interpuso en la Comisaría de la Policía Nacional.

Acoso escolar por su condición sexual en Puerto Real

La semana pasada, la madre de un menor de Puerto Real también lanzó un grito desesperado por el acoso escolar que dice sufrir su hijo de 13 años debido a su condición sexual.

Montserrat Sánchez relató en un vídeo publicado en sus redes sociales que las agresiones verbales, los insultos y las mofas son continuas y que, pese a ello, su hijo se convierte en una doble víctima porque el centro donde estudia, el IES La Algaida de la barriada Río San Pedro, le castiga al mismo nivel que su agresor. El año pasado fue expulsado porque tuvo un encontronazo con otro alumno. Según relata su madre, un estudiante le insultó, “le dijo que se le marcaba el coño y él, ya cansado, respondió que se le marcaría a su puta madre”. Esto provocó la expulsión disciplinaria del centro de ambos. “Una vez más se castigó a la víctima y al verdugo. Parece ser que en el instituto nadie ve pintadas ni oye nada, pero sí escuchan las contestaciones de mi hijo”.