Provincia de Cádiz

La huelga del metal pasa factura a la producción de Navantia

  • El astillero no pudo atender la petición de operarios que realizó Iberocruceros por ser trabajo de las contratas Las pérdidas se estiman en más de cinco millones

La cancelación de los trabajos de reparación del crucero Grand Holiday, de la compañía Iberocruceros, en el astillero de Navantia en Cádiz ha abierto una pequeña brecha en la relación, hasta ahora ejemplar, entre ambas compañías.

Según confirmaron ayer a este periódico fuentes del sector, los hechos que condujeron a la marcha del buque hasta el astillero de Marsella fue la siguiente. El miércoles de la pasada semana se produce un primer contacto entre ambas partes. En ese instante, según estas fuentes, Navantia comunica a Iberocruceros que hay convocada una huelga de las empresas del metal para los días 8 y 9 de abril. Ante esta tesitura, desde la compañía de cruceros plantean a la empresa española de construcción naval si existe posibilidad de que se asegure una plantilla que trabaje a modo de 'servicios mínimos' (ya que la plantilla fija del astillero no está afectada por la huelga, a la que sí están llamadas las contratas). La respuesta de Navantia, según las mismas fuentes, fue que no estaban dispuestos a 'prestar' su plantilla.

Esta respuesta desembocó finalmente en la decisión de hacer marchar al crucero hasta otro destino, para poder acometer allí su reparación.

Esto, en primer lugar, ha provocado el consiguiente enfado de los mandatarios de la compañía de cruceros hasta el punto de plantearse qué ocurrirá con futuras entradas de buques previstas para próximas fechas. E, incluso, en cómo afectará a la relación de la compañía filial, Costa Cruceros, con las escalas previstas para este año en el puerto de Cádiz.

Según pudo saber este periódico, la marcha del Grand Holiday supondrá para la Bahía de Cádiz una pérdida estimada en más de cinco millones de euros. Más de cuatro millones eran la inversión prevista para la reparación del barco. Y más de un millón estaba ya comprometido por Iberocruceros en los gastos paralelos que suele conllevar la estancia de un crucero en dique, tales como el alquiler de unas 80 habitaciones en hoteles de la zona para el personal del barco durante los 15 días que duraría la faena o gastos colaterales con su estancia en la ciudad.

Pese a esto, la compañía Iberocruceros emitió en la tarde de ayer un comunicado oficial en el que dio su explicación a lo sucedido. "Iberocruceros comunica que como parte de los trabajos de mantenimiento de la flota, estaba prevista la entrada a dry dock (dique seco) del buque Grand Holiday a partir del 2 al 14 de abril del año en curso, en los astilleros de la compañía Navantia ubicados en Puerto Real. La semana pasada, Iberocruceros fue informada por Navantia sobre la decisión de ir a huelga del área de metal prevista para los días 8 y 9 de abril, lo que potencialmente podría significar un retraso en la fecha de entrega del buque para continuar con sus itinerarios previstos, de cara a la temporada que ha comenzado".

El comunicado continuó: "No obstante el importante coste imprevisto que esta decisión supone para la compañía, Iberocruceros decidió trasladar estos trabajos a otro astillero que pudiera garantizar el cumplimiento con las fechas previstas para no sufrir retrasos en perjuicio de los pasajeros". Y finalizó: "La flota de Iberocruceros es una habitual en los astilleros de Cádiz. En 2009, el Grand Voyager realizó sus trabajos de reparación. En 2010, con la transformación del Grand Mistral; en 2011, con el dry dock del Grand Celebration y se tiene prevista la escala del del Grand Mistral para este otoño".

Este periódico quiso saber ayer la posición de Navantia acerca de la versión extraoficial. La respuesta emitida desde la dirección de la compañía fue la siguiente. El día en el que se comunica al crucero la convocatoria de las dos jornadas de huelga (para los días 8 y 9 de abril), Iberocruceros reclama a Navantia que consiga mano de obra para lo que llaman en el sector "trabajos críticos", similar a los servicios mínimos.

Desde la dirección del astillero se responde que no hay problema en conseguir empleados para los trabajos previstos en los estabilizadores del crucero, que llegarían directamente desde la factoría de San Fernando (concretamente, dedicados en la actualidad a labores de construcción de las lanchas de desembarco para Australia). Sin embargo, se añade que "no se podían garantizar otros trabajos requeridos por el buque porque sólo se encargan determinados gremios que pertenecen a las contratas, a las empresas auxiliares afectadas por la huelga del metal". En ese momento, Iberocruceros tomó la decisión de llevar su barco a otro astillero.

Hay que tener en cuenta que este tipo de cruceros tiene ajustados al máximo los días de reparación. De hecho, un retraso en esos dos días de huelga en Cádiz podrían haber hecho peligrar su próxima salida desde Málaga.

Desde Navantia sí insistieron ayer en que la relación con Iberocruceros "sigue siendo excelente", hasta el punto de que el mismo día de la cancelación de los trabajos la empresa crucerista envió un comunicado al astillero agradeciendo "su transparencia y buena disposición".

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