LOS trabajadores de Navantia viven desde hace meses una comprensible desesperación producto de la incertidumbre que pesa sobre la carga de trabajo en las tres factorías de la Bahía.

La historia nunca fue fácil. Demasiadas reconversiones, fusiones, despidos, competencia desleal, zancadillas europeas, amenazas de cierre, falsas promesas… nada es nuevo. Así es, Astilleros Españoles, hoy Navantia, lleva más de 30 años sufriendo.

Desde 1976 ha habido cinco momentos críticos en los que las reconversiones han sido más drásticas, casualmente, todas ellas gobernando el PSOE. 1984, 1985-1987, 1987-1992, 1992-1995 y 1995, donde el Gobierno de Felipe González diseña el Plan Estratégico de Competitividad que incluía el cierre de la factoría de la capital. En tal caso, además, cabría pedir responsabilidades por los dudosos acuerdos y cesiones de entonces que hoy aún nos limitan en la capacidad de construcción civil de nuestros astilleros.

El resultado esta ahí y canta por sí solo. Cádiz ha pasado de los 3.084 trabajadores que tenía en 1980 a 384 de la actualidad, 2.700 empleos perdidos en esos años. En Puerto Real la evolución no fue mejor porque se pasó de los 4.045 trabajadores a los 1.286 actuales, con una pérdida de 2.759. Es decir, sólo en estas dos factorías han desaparecido casi 5.500 empleos, quedándose prácticamente en poco más de 1.600 trabajadores.

Una herencia nada fácil si tenemos en cuenta que cada vez que deja el Gobierno el PSOE, la carga de trabajo es cero y por tanto las dificultades, extremas. Caso singular son los fallidos contratos de los nuevos BAM, anunciados a bombo y platillo por el Gobierno de Zapatero pero sin soporte legal ni presupuestario; o los hasta quince contratos anunciados por el PSOE para los astilleros de la Bahía sin que se cerrara ni uno sólo de ellos durante sus años de gobierno. Una gran mentira de las que nos acostumbran los socialistas en esta provincia.

Para colmo hay que soportar a socialistas y comunistas votando en el Congreso a favor de recortes drásticos en la industria naval militar, cuan grandes pacifistas y a la vez máximo obstáculo para el desarrollo de futuros nuevos contratos en la Bahía.

Hoy es el Partido Popular quien gobierna y quien tiene la responsabilidad de reflotar y dar futuro y estabilidad a Navantia. Hay nueva dirección, nueva estrategia comercial, nueva política económica empezando a dar sus frutos. Y por tanto, una nueva esperanza. No es fácil tarea y el tiempo corre demasiado lento para unos trabajadores que sólo quieren garantía de cargas de trabajo.

Son más de 60 acciones comerciales, 15 en la industria civil, en 30 países las que Navantia ha desarrollado durante este último año y que van a dar sus frutos.

El Partido Popular y sus alcaldes en la provincia siempre hemos estado del lado de los trabajadores. Y seguiremos, haya que exigir o plantarse ante quien sea. Por eso, no hay un día en que no hagamos seguimiento de las futuras contrataciones, tomemos contacto con la dirección de la Sepi o Navantia, planteemos nuevas reuniones, iniciativas políticas…

Así el lunes pasado mantuvimos una reunión con el nuevo presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, y el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, para trasladarles de primera mano nuestro interés por los astilleros gaditanos y conocer la marcha de las gestiones que SEPI y Navantia están llevando a cabo a favor de la industria naval de la Bahía de Cádiz.

Sin ánimo de parecer triunfalista y con toda la prudencia, hoy podemos hablar de optimismo en relación con la industria naval en la Bahía de Cádiz porque de nuestro encuentro con los directivos de SEPI y Navantia salió claro que las tres factorías de Astilleros de Cádiz tienen futuro y son una prioridad absoluta para el Gobierno, además del compromiso de mantenimiento del empleo en los tres centros de Navantia en Cádiz, San Fernando y Puerto Real.

Sé que la espera se está prolongando, más en los complicados momentos actuales, pero existen importantes y realistas expectativas para dotar de carga de trabajo a los astilleros de la Bahía y confío en que en un plazo prudente pronto se zanjará el debate sobre la carga de trabajo para nuestros astilleros. Entraremos en una etapa de estabilidad que nos permitirá crear empleo en la industria auxiliar de nuestra Bahía y abrir nuevos horizontes apostando por la diversificación de la actividad y la modernización tecnológica.

El PP es un partido comprometido con el presente y futuro de los astilleros y por eso no nos vamos a quedar parados sino que vamos a hacer un seguimiento de la situación de nuestros astilleros mediante reuniones periódicas con la SEPI en las que se puedan plantear nuevas iniciativas, líneas de actuación… En definitiva, soluciones y garantías para la industria naval gaditana.

Los trabajadores de Navantia pueden estar seguros que, como siempre, no les vamos a defraudar y vamos a dar la cara por ellos y también ante ellos informándoles de todo lo que vaya aconteciendo. De lo que pueden estar seguro, también, es de que no haremos con ellos lo que el PSOE hizo con los de Delphi, engañarlos y luego dejarlos tirados. Así nunca. Confiamos y nos comprometemos con su presente y con el futuro.