La Guardia Civil desmantela una guardería de drogas encubierta en una nave industrial en la Sierra de Cádiz
Sucesos
Un total de 861 plantas de marihuana fueron localizadas en el interior de una nave entre materiales de construcción
La Sierra huele a 'maría'

En un operativo que parece sacado de las tramas más complejas del cine, la Guardia Civil ha logrado desmantelar una guardería de drogas encubierta en la localidad de Villamartín, en plena Sierra de Cádiz. Esta operación ha sido el resultado de una investigación exhaustiva que culminó en la localización de una imponente plantación de marihuana oculta hábilmente entre materiales de construcción.
El hallazgo se produjo en el interior de una nave industrial que, a simple vista, realizaba legítimamente la venta de escayolas para la construcción. Sin embargo, tras una puerta camuflada, se escondía un búnker de narcóticos de 861 plantas de marihuana y 30 kilos de cogollos secos, con un peso total de 285 kilos. Además, se incautaron varias sustancias como MDMA, quetamina y éxtasis, junto a armas de imitación.
La exitosa operación fue ejecutada el pasado día 30, cuando los agentes del Grupo de Investigación lograron obtener una orden de entrada y registro. En el centro de la operación y atención de la Guardia Civil se encontraba la actividad ilícita que allí se escondía. Los agentes se encontraban tras la pista de una planta de cannabis de magnitudes industriales que operaba bajo la fachada de una tienda de material de construcción, sembrando sorpresa entre los vecinos.
El esfuerzo investigativo incluyó indagaciones sobre el tráfico eléctrico de la zona, pues las instalaciones operaban con un complejo entramado eléctrico que defraudaba fluido del alumbrado público, lo cual encendió las alarmas.
Dos personas han sido detenidas por la presunta autoría de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico. Ambos han sido puestos a disposición del Juzgado de Arcos de la Frontera, que ha determinado prisión preventiva. Este caso ha puesto de manifiesto no solo la sofisticación con la que operan algunos grupos delictivos, sino también la importancia de la vigilancia continua en áreas aparentemente inofensivas.
Villamartín, conocida por su ambiente sereno en la Sierra de Cádiz, ha sido sorprendida con estos acontecimientos. Este caso destaca cómo las actividades ilegales pueden infiltrarse en la vida cotidiana, incluso en lugares inesperados, y la importancia de estar alerta a actividades sospechosas. La operación es un recordatorio de la continua lucha de las fuerzas de seguridad españolas contra el narcotráfico y los esfuerzos por proteger a las comunidades de este flagelo.
Este no es el primer incidente de esta naturaleza en España, país que ha tenido que abordar situaciones similares en el pasado, debido a su clima propicio para el cultivo de marihuana. La Guardia Civil sigue cumpliendo un papel esencial al interceptar estas actividades antes de que alcancen a la comunidad en general.
La operación en Villamartín es un testamento del compromiso y la habilidad de las fuerzas de seguridad españolas contra el narcotráfico. En un país donde estas prácticas ilegales aún enfrentan esfuerzos de contención, este caso actúa como un faro de advertencia tanto para las autoridades como para la ciudadanía, subrayando la necesidad de mantener una vigilancia constante y una cooperación activa entre comunidad y policía.
La cuestión de la defraudación eléctrica en esta nave ha sido un disparate, llegando a consumir en un año casi como un hospital o el consumo eléctrico de dos calles. Una estimación aproximada de 19.000 euros anuales de defraudación nada menos.
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