Amanda Carreño, ciega total de Olvera de 17 años de edad, y Claudia Barba, sanluqueña de 18 años y con un resto visual muy pequeño, son dos estudiantes que en este año se enfrentan a una nueva etapa de sus vidas, entrar en la Universidad y adaptarse a nuevos retos. Y ello será posible gracias a que ambas han afrontado en este último curso desafíos que las colocan como ejemplo de superación para toda la sociedad. Con una nota media en Bachillerato de 9 y tras superar los exámenes de Selectividad, el pasado 25 de junio se presentaron junto con otros alumnos de la provincia a un examen para conseguir la "excelencia".

Esta prueba académica la convoca todos los años la Junta de Andalucía y en esta ocasión los premios disponibles para la provincia de Cádiz son 11. Ambas realizaron este examen en el instituto La Granja de Jerez, donde realizaron dos ejercicios que constan de una prueba de Historia, una de Filosofía y otra de Inglés que son comunes para todos los alumnos. La cuarta es una modalidad elegida por el propio estudiante. En este caso Amanda se presentó por Economía y Claudia, por Latín.

Amanda Carreño perdió la vista de uno de sus ojos con un año y del otro con tres, por lo que domina perfectamente el sistema Braille, el cual aprendió con una pizarra con tornillos. Gracias a este sistema y al colegio donde ingresó, el Miguel de Cervantes, Amanda fue avanzando de curso año tras año hasta llegar a bachiller donde con un nuevo programa de ordenador y gracias a una gran capacidad de trabajo y esfuerzo, ha sido capaz de sacar una nota media de 9. Este programa es el Lambda, con el que la persona con discapacidad ocular puede escribir en el ordenador y éste le lee en voz alta lo que está escribiendo. Según Amanda, "es una manera más fácil y rápida de aprender, ya que permite que el profesor lea lo que estoy escribiendo a la vez que lo tecleo". Y añade orgullosa: "Ya casi no uso el Braille".

Con el Lambda y en un aula separada del resto de jóvenes que se examinaban de Selectividad, Amanda ha podido hacer sus exámenes sin problemas y de manera eficiente, obteniendo unos resultados de 8,7 de media, lo que le permitirá estudiar la carrera universitaria de Psicología en Sevilla.

El caso de Claudia Barba es diferente, ya que ella conserva un pequeño resto visual en su ojo derecho. Con dos años y medio a Claudia se le diagnostica un tumor cerebral lo que provoca que tenga que ser intervenida quirúrgicamente y pierda completamente la capacidad del nervio óptico del ojo izquierdo y casi completamente del derecho. Tras estas circunstancias comienza a aprender el sistema Braille y con la ayuda de un profesor de la ONCE consigue seguir su educación de forma escrita, por lo que necesita una ayuda de sus gafas, la cual cuenta con un monóculo en el ojo derecho.

Su padre, Manuel Barba, confiesa que siempre le ha sorprendido la capacidad que tiene su hija para luchar y sobreponerse a los impedimentos que le provoca su enfermedad, como por ejemplo las clases de Matemáticas, donde es necesaria la pizarra para las explicaciones. También es muy importante tener en cuenta que Claudia siempre ha tenido ayuda por parte de los colegios e institutos donde ha estudiado.

Tras terminar el Bachillerato en Humanidades y Ciencias Sociales en el instituto Francisco Pacheco de Sanlúcar con una nota media de 9, Claudia se presentó a la Selectividad en cuyas pruebas se le concedió media hora más para cada examen y una clase separada del resto de sus compañeros.

Con una nota media de 8 en Selectividad, Claudia quiere estudiar la carrera de Derecho y está esperando a las próximas listas con las notas de corte.

Ambas son excelentes alumnas y tienen unas notas medias impresionantes gracias al esfuerzo, el trabajo y la superación que supone ser invidente, ya sea de uno o de los dos ojos. Esto las convierte en un ejemplo de superación para personas que se encuentren en su misma situación y se plantean qué hacer en un futuro.