Turismo Una nueva oferta turística en La Janda

Otra forma de pasear por Vejer

  • Se ofertan rutas en burro para conocer los caminos y las zonas paisajísticas del municipio · El trayecto dura 45 minutos a cambio de un donativo de seis euros

La iniciativa ha partido de un matarife de Vejer, Juan José Román, que posee varios ejemplares de burros, los cuales engalana cada tarde con los aparejos clásicos, y con los que ofrece rutas de unos 45 minutos a los turistas que llegan a la población a cambio de un donativo de seis euros que le sirve para sufragar los costes de manutención de estos animales.

Ataviado con sombrero de palma, como un antiguo arriero, Juan José coloca los aparejos a los cinco burros que le acompañan cada tarde en este menester. Cada animal lleva encima una primera pieza llamada 'el garipolo', una segunda denominada 'la anija', y una tercera llamada 'la pegadura', además de otra llamada 'las armas', que es una especie de almohada que se coloca para que amortigüen bien la carga, sobre todo cuando estos animales tenían que hacer caminos de cinco a seis horas con el carbón.

Así las personas que demandan este servicio pueden conocer paisajes, caminos, veredas y monumentos como los molinos harineros que se pueden visitar durante una de las dos rutas establecidas, la de Buenavista y la del Molinero.

En la ruta de Buenavista, que dura unos 45 minutos, los turistas pueden conocer la historia de las torres almenaras, para qué servía un lentisco, cómo y por qué se han creado los socaires en los laterales de la vereda de Buenavista, algo que ha provocado el viento a lo largo de muchos años, así como qué significado tenía un acebuche y las cualidades de su madera que se emplea para hacer aperos de labranza y para hacer carbón.

A estas explicaciones se suman las impresionantes vistas del litoral, desde Conil hasta Zahara de los Atunes, así como Marruecos en días claros, sin olvidar las puestas de sol.

La ruta del Molinero, de unos 20 minutos de duración, permite conocer los antiguos molinos harineros situados en el parque periurbano de Las Tres Avemarías. Esta ruta enlaza con el camino de Las Quebradas, donde existe una atalaya desde la que se contemplan los parques naturales de La Breña y de Los Alcornocales. Ahí el guía explica el por qué de estos nombres, por qué estos pueblos son blancos de cal, y de dónde se sacaba este elemento, al existir en esa zona varias canteras de cal. La ruta concluye con la visita a uno de los molinos harineros donde existe un museo etnográfico con las antiguas piezas que servían para el mantenimiento de la maquinaria.

Según explicó Juan José, cada burro tiene su nombre, "uno se llama 'Federico Solini Ferrari', otro se llama 'Carlitos', otro se llama 'Platillo', otro se llama 'Lázaro' y el último 'Miralles'".

Juan José viene realizando esta labor desde hace varios años, aunque su anuncio en una página de Internet ha despertado una mayor demanda de sus servicios. Se trata de la página www.acalusodelburro.com, donde la Asociación Cultural Al uso del burro, promociona esta actividad turística y defensora de estos animales.

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