La falta de unidad entre sus ciudades congela el crecimiento de la Bahía de Cádiz

Cuando se pregunta a políticos gaditanos sobre las bondades que tendría crear la Ciudad Bahía, uniendo a las poblaciones de esta comarca, la gran mayoría coincide en la efectividad que tendría una operación de este calibre. En todos los aspectos, desde el económico hasta el social o cultural. Pero, a la vez, introducen el “pero...” para asumir que no es una operación factible. Por lo menos desde la visión política.

Hace cuarenta años, cuando se elaboró el primer estudio sobre el desarrollo de la Bahía, dirigido por Florencio Zoido, ya se trasladó la necesidad de una gestión común de muchos servicios públicos, tanto para ahorrar costes como para mejorar su efectividad. Eran tiempos, además, en los que el turismo y la cultura apenas tenían un papel relevante, como lo tienen ahora, en la vida de estos municipios.

Cuarenta años más tarde, todos van por su cuenta y hablar de proyectos mancomunados es casi garantía de fracaso.

Basta con recordar cuando el cementerio de la capital colapsó, sin posibilidad de ampliación, y Cádiz comenzó a buscar suelo para un nuevo camposanto en la Bahía. Puerto Real se negó, San Fernando adujo la falta de suelo. Hasta que se logró financiación para construir un cementerio en Chiclana. Con el paso del tiempo se unió al mismo Puerto Real. Ironías de la vida.

Sí funcionó el acuerdo entre Cádiz y San Fernando para construir una estación depuradora de aguas. Curiosamente se levantó en el reducido término de la capital y en pleno Parque Natural de la Bahía. Y aguanta el Consorcio de Transportes, aunque con déficit por cubrir como la ampliación horaria de muchos trayectos y la potenciación del transporte ferroviario y el marítimo.

El Parque Natural es un ejemplo parcial del fracaso de la idea mancomunada. El terreno que ocupa en El Puerto funciona perfectamente, con diversos equipamientos para los usuarios. Todo lo contrario del estado de abandono del tramo de Cádiz.

El afán municipalista de la totalidad de los gobernantes que han pasado por la Bahía en estos años no ha ayudado. Regidores de Cádiz, Jerez, El Puerto, Puerto Real... han realizado en estas décadas una apuesta única por sus propias ciudades, con una visión muy electoralista pero escasa en clave de futuro. Por eso fracasó la Mancomunidad de Municipios de la Bahía.

La llegada de Bruno García al Ayuntamiento de Cádiz, con un mensaje de diálogo, supuso una leve esperanza por este modelo urbano. Alumbrar la autovía entre la capital y San Fernando fue uno de sus primeros acuerdos con la alcaldesa Patricia Cavada. Pero hoy, ambos, como el resto, están más centrados en sacar proyectos en sus municipios que les afiancen de cara a las próximas elecciones de 2027.

Si nos limitamos al eje tradicional de la Bahía, hay más de 400.000 habitantes en esta hipotética Ciudad Bahía. Sería la tercera ciudad en la región tras Sevilla y Málaga, con uno de los mayores puertos de cruceros de toda España, con las mejores playas urbanas de Europa, con un patrimonio histórico único, con un clima espectacular.

Mejores comunicaciones

Pero la falta de unidad nos resta fuerza para reclamar la culminación del anillo del tranvía metropolitano; para conseguir una mejor infraestructura ferroviaria (a pesar de tener uno de los servicios de Cercanías más utilizados del país, y mucha clientela con Madrid); para presionar a finde lograr un aeropuerto con más servicios. O conseguir el tercer carril en toda la autopista.

Tendríamos una oferta de ocio y cultura más potente, al unir esfuerzos en un plan común. Tendríamos también más fuerza para presionar para la creación en Las Aletas del gran centro logístico del sur de Europa. Y se lograrían sustanciales ahorros en los contratos anuales que los ayuntamientos cierran para sus ciudades en materia de limpieza, mantenimiento de parques y jardines, contratación de eventos culturales, servicios de transportes urbanos...