Chiclana, de ghetto a motor de la Bahía en cuarenta años

El ritmo de crecimiento de la ciudad va más allá de su constante aumento de la población

El turismo y la pequeña industria son claros referentes de su desarrollo

Turistas en uno de los grandes hoteles de Chiclana.
Turistas en uno de los grandes hoteles de Chiclana. / Julio González

Se cumplen ahora cuarenta años desde que un equipo dirigido por Florencio Zoido elaboró el Plan Bahía de Cádiz. El extenso documento, aportado por los mejores especialistas de la provincia, se convirtió en el mejor análisis de la realidad de la Bahía jamás elaborado. Un análisis de la realidad en ese año, 1982, con todas sus virtudes y sus numerosos defectos, y una propuesta de cómo debía de desarrollarse a partir de ese momento toda esta comarca, con una clara visión metropolitana que, desgraciadamente, apenas si tuvo continuidad.

En el documento se hablaba de la fortaleza de cada una de las localidades, y se era especialmente duro al referirse a Chiclana.

En aquel momento se constataba que "Chiclana absorbe gran parte de la marginalidad urbana del conjunto del área, corriendo el riesgo de convertirse progresivamente en una especie de ghetto suburbial al modo latinoamericano", donde proliferaban parcelaciones ilegales y de viviendas de autoconstrucción.

Es cierto que Chiclana era, y sigue siendo, punto de llegada de muchas familias de la capital que tenían en la ciudad su segunda residencia, su pequeño chalé y terreno imposible de conseguir en Cádiz.

Entonces no se vislumbraba, ni de lejos, el potencial turístico de la población. La Barrosa era una playa para los vecinos, sólo el 0,7% de sus usuarios eran extranjeros, y plantearse algún complejo residencial era una utopía.

La llegada de la democracia municipal dio un vuelco a estas expectativas tan negativas. Un vuelco de tal calibre que cuarenta años más tarde del informe dirigido por Zoido, Chiclana es sin duda el referente principal del desarrollo de la Bahía de Cádiz.

Un desarrollo en todos los órdenes, desde el turístico alejado de la masificación gracias al planteamiento que se impuso en la creación del Novo Sancti Petri, hasta el económico con una industria local fuerte y dinámica capaz de abastecer a toda la provincia.

La puesta en marcha del tranvía metropolitano entre Chiclana, San Fernando y Cádiz, romperá en parte el aislamiento de la localidad en cuanto a transporte público, ante la histórica e inexplicable ausencia de una línea férrea.

Todo ello, además, con un constate crecimiento de la población.

Hace cuatro décadas Chiclana contaba con poco más de 35.000 habitantes, cuando la capital rondaba los 150.000. Hoy, la ciudad alcanza ya los 86.306, según el INE, frente a los 114.000 de Cádiz. El crecimiento en la última década ha superado el 8%, el más fuerte de la provincia. Y en su mayoría gracias a la llegada de población joven, aquella que garantiza el dinamismo de una ciudad y su propio futuro.

Así, la edad media es de 40,5 años, la más baja entre las principales poblaciones de la provincia. Y aún hay más: el 22,6% de los vecinos tiene menos de 20 años de edad. Son seis puntos más que en la capital y también por encima del resto de las localidades de referencia. Más juventud que va parejo a un menor envejecimiento, pues sólo el 14,% de los empadronados tiene más de 65 años... 10 puntos menos que en la capital gaditana.

Esa ciudad que en 1982 era ignorada por el visitante extranjero hoy cuenta con 3.724 vecinos de otras nacionalidades, con una mayoría de británicos. Junto a ello, la localidad es referente turístico en la prensa internacional gracias a sus playas y a sus complejos turísticos y residenciales.

Esa ciudad que en 1982 no tenía una oferta hotelera digna de mencionarse en el Plan de la Bahía de Cádiz, hoy cuenta con la mayor de la provincia, con 1.880 equipamientos entre apartamentos turísticos, viviendas con fines turísticos, turismo rural y hoteles, con 23.521 camas y con la presencia, a pie de playa pero lo suficientemente alejada de la arena como para preservar un paraje único, de cuatro hoteles de 5 estrellas.

La gran oportunidad de Sancti Petri

La planificación de obras de mejora en las infraestructura y en los equipamientos del poblado de Sancti Petri refuerza aún más el tejido económico y turístico de Chiclana, apostando por un visitante nacional y extranjero propicio a un gasto más elevado que al tradicional turismo de playa que lleva otras zonas del litoral en España. Junto a ello, la ciudad ha ido reforzando en estos años su casco urbano a fin de evitar que el desarrollo de la costa paralizase las necesarias mejoras en el mismo. La apuesta por espacios peatonales, al ritmo que marca la UE, con nuevos servicios público y la mejora de la oferta cultural y de ocio, como el afianzado Concert Music, crea otro polo de interés.

stats