Provincia de Cádiz

El desprendimiento de rocas vacía de bañistas por un día la playa de La Fuente del Gallo

  • El Ayuntamiento decide no cerrarla al baño tras la tragedia del viernes, aunque sí limita la zona

La playa de La Fuente del Gallo, uno de los muchos emblemas que tiene el precioso litoral de Conil, vivió ayer su jornada más triste. Tras el trágico suceso vivido a última hora del viernes, cuando un inesperado desprendimiento de rocas acabó con la vida de María José Cabello Díaz, de 47 años y vecina de La Línea, esta afamada cala de Conil quedó ayer prácticamente desierta, con la presencia de muy pocos bañistas. "Puede que haya influido el fuerte viento que ha hecho hoy (por ayer) pero también es verdad que después de lo que ha sucedido a la gente le ha entrado el miedo", reflexionaba ayer el alcalde de la localidad conileña, Juan Bermúdez, quien ya la misma noche del viernes se trasladó al lugar de los hechos.

Después de que en la madrugada del sábado se decretara el levantamiento del cadáver y se confirmara que no había más víctimas, el Ayuntamiento procedió a delimitar con cintas y con estacas toda la zona en la que habían caído las rocas. Lo mismo hizo en otra zona de la playa, en concreto en el lugar conocido como Puntalejo, pasada la bajada del hotel Flamenco. El lugar del desprendimiento fue supervisado igualmente por responsables de la Demarcación de Costas, de cara a decidir qué medidas se adoptan para garantizar la seguridad del acantilado.

Otra medida que fue sopesada pero que no se terminó adoptando fue la de cerrar al baño la playa de La Fuente del Gallo ya que, según indicaba el propio alcalde, esa resolución "no tendría lógica alguna". "La playa es segura aunque, eso sí, los bañistas deben hacer caso a las advertencias de peligro y no acercarse a la zona de las rocas", apostilló el regidor, quien rápidamente añadió que no fue ese el caso de la fallecida "que tuvo mucha mala suerte, porque ella no estaba sentada en la zona de las rocas, sino que se acercó allí de manera puntual para hablar por el teléfono móvil".

Bermúdez reconoce que los desprendimientos en La Fuente del Gallo son habituales pero sólo en invierno, cuando los temporales erosionan los acantilados. "Que haya pasado esto en verano y además de una manera tan trágica es lo que nos descoloca", añadió.

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