2 años de cárcel por un tirón "limpio y rápido" a una anciana en La Isla

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a dos años de prisión a un vecino de San Fernando porque considera probado que fue él quien le robó el bolso a una anciana en esa ciudad por el procedimiento del tirón hacia las dos de la tarde del pasado 4 de septiembre. El fiscal solicitó 7 años de cárcel para el procesado por multirreincidente. El tribunal rechaza aplicar esa agravante, opta por la de reincidente porque una parte de las condenas anteriores se remontan varios años atrás y, además, rebaja la pena en atención a que la violencia ejercida en esta ocasión fue "mínima".

La sentencia de la Sección Tercera explica que el tirón no le ocasionó directamente lesión alguna a la anciana. La mujer, señala el tribunal, perdió ligeramente el equilibrio cuando el procesado le arrebató el bolso y se golpeó en la pierna derecha con unas ramas, lo que causó unas heridas que no requirieron asistencia sanitaria. Eso constituye una falta de lesiones, indica la sentencia, que impone por ella 30 días de multa con cuota diaria de tres euros.

La víctima sufrió el tirón en la calle Muñoz Torrero. La mujer tenía en ese momento el bolso en la mano, levemente sujeto, mientras trataba de atar a su perro para entrar en un local, relata la sentencia. De ahí que la violencia realizada por el procesado fuese mínima, anota el tribunal.

El bolso contenía una linterna de acero inoxidable, dos relojes y un monedero con 40 euros. La mujer fue indemnizada por su compañía de seguros con 90 euros, cantidad con la que el procesado debe indemnizar a la aseguradora, según la sentencia.

El procesado, V.M.S., nacido en 1976, negó en el juicio que fuese él el autor del tirón. El tribunal no tiene duda de que sí fue él. Los magistrados apelan al testimonio de un policía local que presenció los hechos y cuya presencia en el lugar considera indiscutible, ya que la víctima declaró que denunció el robo siguiendo las instrucciones de un agente que estaba allí.

El policía contó que conocía al acusado debido a su profesión, que lo vio aquel día y que decidió vigilarlo porque le infundió sospechas su actitud: circulaba despacio por la zona en un ciclomotor. Por eso tomó nota de la matrícula y del color del vehículo. Con esos datos, una patrulla detuvo después al procesado en las proximidades de su domicilio. Conducía precisamente el mismo ciclomotor, indica la sentencia.

El tribunal argumenta que no comparte el criterio del fiscal de aplicar la agravante de multirreincidencia porque el procesado fue condenado por otros robos varios años atrás. También porque, a diferencia de esas otras ocasiones, en que sí fue condenado simultáneamente por un delito de lesiones, esta vez el robo también fue violento pero menos: el acusado empleó violencia pero de mínima entidad, señala la sentencia. Por eso el tribunal opta por degradar la pena.