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Hostelería

Los bares de la provincia de Cádiz sortean el paro de transportistas

  • Los hosteleros intentan que los problemas de abastecimiento no afecten ni a sus cartas ni a los precios

Una terraza de la Plaza del Rey, en San Fernando, en una imagen de archivo.

Una terraza de la Plaza del Rey, en San Fernando, en una imagen de archivo. / Sonia Ramos

Los hosteleros de la provincia de Cádiz no paran de darle vueltas y de hacer cuentas para intentar que no repercuta en sus cartas la subida de precios. Los problemas de abastecimiento a causa del paro patronal de transportistas y el encarecimiento de las energías a causa de, entre otros motivos, la invasión de Ucrania por parte de Rusia han descuadrado sus previsiones, además de suponer un problema para ofrecer el mejor servicio a su clientela. 

San Fernando

Los hosteleros de San Fernando son cautos a la hora de hablar de la situación que están sufriendo por el encarecimiento de los precios y el paro de transportistas, que está afectado a su día a día. Preocupados por cómo puede afectar al negocio, sin embargo, han optado por evitar trasladar al bolsillo del cliente los incrementos de costes.

Los bares están, apuntan desde el sector, poniendo todo su esfuerzo por absorber la subida de precios, tanto de la cuestión del combustible como de la escasez de materia prima. La carestía de algunos productos, ya sean aceites, carnes o pescado, incluso de la huerta, por los problemas de transporte en la mayoría de los casos, les obliga a acudir a proveedores no habituales o a acudir a superficies mayoristas con la que no suelen trabajar, pero en las que sí ha notado el incremento del valor. A eso se suma que también sufren un aumento del coste del propano y el butano que usan en las cocinas.

El Puerto 

Los bares de El Puerto de Santa María también están sufriendo las consecuencias de la huelga de transportes, así como de la subida de precios de determinados productos que están  disparando sus gastos en las últimas semanas.

Los establecimientos consultados por este periódico coinciden en su mayoría al señalar que de momento están "aguantando el tirón", a pesar de la gran subida que han experimentado precios como los del aceite de girasol, entre otros.

De momento la mayoría de los bares no están repercutiendo estas subidas en los precios que cobran a los clientes porque entienden que se trata de una situación puntual, aunque reconocen que de seguir así las cosas mucho más tiempo no tendrán más remedio que actualizar sus precios al alza.

Como explica el propietario del bar La Draga-La Herrería, en pleno centro de El Puerto, "nos tenemos que aguantar porque somos el sector terciario, no somos un servicio necesario. Ya nos tragamos la pandemia y ahora nos tragamos esta situación, siempre somos uno de los sectores más afectados porque somos los últimos de la fila".

En cuanto a la falta de productos, tanto este empresarios como los demás consultados reconocen que "falta de todo" y que son ellos mismos quienes están teniendo que salir a la búsqueda de productos como bebidas o verduras, muchas veces a otras ciudades, todo ello a precios "desorbitados", insisten.

Ya hace unos días desde algunos restaurantes portuenses coincidían en esta cuestión, destacando también que de momento los precios se mantenían y relatando la dificultad a la hora de contar con algunas materias primas, teniendo que salir ellos mismos a recogerlas a diferentes puntos de Andalucía, en algunas ocasiones.

Chiclana

Los bares de Chiclana aguantan el envite, pero valoran actualizar al alza los precios de sus cartas por los problemas de desabastecimiento y el incremento de gastos. Según explica el presidente de la asociación chiclanera de hostelería, Victorio Canu, la mayoría de establecimientos ya se vieron obligados a actualizar los precios en enero por el encarecimiento de los productos. Ahora, agravada la crisis de suministro, ven complicado no volver a hacerlo.

“La duda que tenemos todos es si volver a subir”, plantea Canu, quien defiende que, tal y como está la situación, “la hostelería en Chiclana sigue siendo barata”. Los establecimientos llevan dos meses aguantando el tirón para no perder clientela. Un bar no puede actualizar los precios la carta con la misma facilidad que un supermercado, con las pérdidas que eso conlleva en plena huelga de transportistas: “Es más engorroso y nos lo estamos pensando mucho, pero si no subimos iremos perdiendo más dinero”.

Las frituras, el café… Son varios los productos que se han visto especialmente afectados, aunque cada vez son más. También escasea el pescado. En ocasiones, la carne. La anchoa, por ejemplo, ha subido “un 200%” y “o se sirve a precio caviar o se deja de ofrecerla”. Incluso el precio de los chicharrones, un producto local, se ha incrementado en las últimas semanas.

Otro ejemplo que resume bien esta circunstancia es la falta de cerveza. En la primera actualización de precios, muchos bares subieron la caña de 1 euro o 1,10 euros a 1,20 o 1,30. Sin embargo, en los últimos días varios fabricantes han anunciado dificultades en el suministro. “Hoy el barril ha subido, de media, cuatro euros, así que vender una caña por debajo de 1,5 euros no es rentable”, explica Canu.

El representante de los hosteleros asegura que, por lo general, las cartas de los bares aún no se han adaptado a “lo que ha subido el producto” en estos días de huelga de transportistas. Los establecimientos valoran si actualizar los precios ahora o esperar “unos días o semanas” para ver cómo evoluciona la situación. En cualquier caso, cada vez lo tienen más difícil para no perder dinero.

La Janda

Antonio Muñoz, uno de tantos autónomos que posee un establecimiento, Antonio Puerta, dedicado a la elaboración de comida para llevar a casa, y que tiene su bar en la calle Santísimo de Vejer, es uno más de los empresarios de la hostelería que está sufriendo en primera persona la subida de los productos con los que elabora sus menús tanto en el bar, como para llevar.

Una situación que le llevará en breve a tener que subir los precios, como ocurrió recientemente con los refrescos azucarados, a los que se aplica el 21% del Impuesto del Valor Añadido (IVA). Una medida que impuso el Gobierno para intentar bajar su consumo, algo que en su opinión no se ha producido, ya que se sigue vendiendo la misma cantidad, aunque más caro, ya que es el cliente el último eslabón, y sobre el que repercute cualquier elevación de los precios, apunta este industrial de la hostelería.

A esto se une la subida reciente del pan, a la que seguirá otra en breve. La carne de cerdo ha subido 85 céntimos el kilo en los últimos días, al igual que el pollo, que ha elevado su valor de venta un euro.

Son las materias primas con las que se preparan sus productos que van acompañados de unas salsas, que en el caso de la mayonesa y el kétchup ya han subido dos euros, cada envase de cinco kilos.

Otros gerentes de establecimientos consultados, apuntan que ya están faltando algunas materias primas como carnes, cervezas y refrescos, que no llegan a los puntos de distribución más cercanos. Su carencia está haciendo que se suban los precios, ya que el encarecimiento de la luz y el combustible se está haciendo repercutir en el total de las facturas.

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