El arzobispo de Jerez bendice la nueva iglesia de Costa Ballena

Cientos de roteños no quisieron dejar pasar esta cita histórica y se acercaron en peregrinación al complejo turístico para ver a su patrona, la Virgen del Rosario

El arzobispo de Jerez, Juan del Río Martín a su entrada en la nueva iglesia de Costa Ballena.
El arzobispo de Jerez, Juan del Río Martín a su entrada en la nueva iglesia de Costa Ballena.
Herminia Romero / Rota

Rota, 16 de agosto 2008 - 05:01

Los residentes en el complejo turístico de Costa Ballena cuentan desde ayer con una nueva iglesia donde celebrar a partir de ahora los cultos religiosos. Tras nueve años en los que han tenido que celebrar misa a la intemperie, ayer, coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen, se bendecían los muros de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario Coronada, acompañados de la capilla musical del Orfeón Virgen de la Escalera.

Costa Ballena, fue ayer diferente. Lo demostraron sus vecinos que asistieron masivamente al acto de bendición de la nueva parroquia oficiado por el arzobispo castrense y administrador apostólico de la Diócesis Asidonia Jerez, Juan del Río Martín. A pesar de que el acto no daría comienzo hasta las ocho y media de la tarde, lo cierto es que las inmediaciones de la iglesia estaban abarrotadas mucho antes y de hecho, hubo que instalar una pantalla gigante a las afueras para que los fieles de Costa Ballena pudieran seguir atentamente todo lo que sucedía en el interior de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario Coronada. Dentro, autoridades eclesiásticas y civiles, encabezadas por el alcalde de Rota, Lorenzo Sánchez, llenaban el aforo de una iglesia que ha tardado varios años en construirse y que aunque todavía quedan detalles por terminar, era un templo ansioso por abrir sus puertas y que fue promovida por el cura párroco Juan González Lagomazzinni.

Tal y como marca el rito religioso, el arzobispo castrense procedió a rociar con agua bendita los muros de la nueva.

También hizo lo propio con el altar en el que se encontraba desde la noche del jueves la Virgen del Rosario, patrona y alcaldesa honoraria de la Villa, que peregrinó desde su capilla hasta el nuevo templo que ayer se bendecía. Fue un día previo en el que el pueblo se volcó, en torno a 1.500 personas realizaron el camino y esperaron a una patrona que llegaba a su destino sobre las dos y media de la madrugada. Ni el cansancio, ni el calor hicieron mella en los fieles que esperaban este día con alegría, ilusión y mucha devoción.

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