Los últimos aguaceros caídos en la comarca de La Janda, y que han dejado precipitaciones de hasta 60 litros por metro cuadrado en un espacio de siete horas, provocaron ayer en Vejer la caída de un muro de contención que se encontraba en el patio interior de unas viviendas situadas a la altura del número 21 de la avenida de Los Remedios. Los cascotes provocaron la rotura de la conducción de gas propano del que se abastecía la cocina del restaurante La Posada, lo que hizo desalojar las viviendas y establecimientos colindantes por parte de la Policía Local ante el riesgo de deflagración por acumulación de gas.

Según ha expuesto Paqui Muñoz, propietaria del restaurante, parte del muro de contención que sujeta la ladera posterior a dicho establecimiento se vino abajo, temiéndose por parte de los técnicos del Ayuntamiento, Policía Local y Bomberos que visitaron la zona tras el incidente que también cayera el resto del muro, que aún tiene algunos puntos de sujeción. Algo que, según le apuntaron estos profesionales, no se descartaba que ocurriera ayer por la noche o durante la jornada de hoy, dependiendo de la intensidad de las lluvias.

Los golpes de los trozos del muro contra la pared de la cocina del restaurante provocó la caída de todos los azulejos, dejando inservible dicho habitáculo para dispensar comidas y tapas calientes. El establecimiento sí pudo abrir sus puertas por la tarde aunque sirviendo sólo bebidas y tapas frías.

Los vecinos y comerciantes de la zona sólo notaron un fuerte estruendo, seguido de un fuerte olor a gas, lo que hizo temer lo peor, aunque tras el cierre de las válvulas de las seis bombonas de propano, se dejó que el aire se llevase la nube de gas.

Más tarde se comenzó el repaso de las viviendas sobre las que había caído el lodo y los trozos de hormigón del talud, decretándose el precinto de las dos viviendas situadas en la planta baja del portal situado en el número 21 de la avenida de Los Remedios.

Esta no ha sido la única incidencia de importancia en el término municipal de Vejer, al que tuvieron que acudir en repetidas ocasiones los efectivos del Parque de Bomberos de Conil, auxiliados por efectivos de la Policía Local.

Pedanías como Santa Lucía, Libreros, Nájara, Junta de los Ríos o El Cañal se vieron afectadas por el desbordamiento de arroyos e inundación de caminos, que se convertían en ríos de agua y lodo. Según apuntaba a última hora de ayer el regidor vejeriego, Antonio Verdú, "se trabaja a destajo con la ayuda de maquinaria pesada para encauzar algunos arroyos y evitar que se desborden, con el consiguiente riesgo de inundación de viviendas próximas".