Acompañado de la alcaldesa de Sanlúcar, la socialista Irene García, el vicesecretario general del PSOE de Andalucía, Luis Pizarro, y un nutrido grupo de cargos públicos de este partido, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, despidió públicamente 2008 el miércoles a mediodía en la ciudad de la manzanilla, aprovechando sus navideños días de descanso en Doñana.

Zapatero inauguró la reapertura de la histórica Casa del Pueblo del PSOE, radicada en la céntrica Cuesta del Ganado, arropado por decenas de militantes en el interior de la sede y saludado efusivamente por un buen puñado de curiosos en la entrada, entre llamativas medidas de seguridad.

El dirigente socialista dedicó su visita a los 160 militantes de la agrupación local del PSOE sin olvidarse de elogiar a la regidora sanluqueña -"¡Qué suerte tiene Sanlúcar de contar con una alcaldesa como Irene!"- ni a la propia ciudad -"Siempre que me hallo en Sanlúcar estoy contento, porque es una tierra vital, alegre, joven, que sabe mirar hacia el futuro, enarbolar la bandera del progreso y dar un apoyo mayoritario al PSOE"-.

El presidente del Gobierno comenzó su intervención condenando el último atentado de ETA para, a continuación, componer un discurso basado en la libertad, la igualdad y demás "ideales socialistas". Zapatero aseguró que el PSOE y el Gobierno central "seguirán cumpliendo con Andalucía", de manera que "muy pronto" resolverán la tan traída y llevada cuestión de la "deuda histórica".

En clara referencia a la actualidad económica, Zapatero defendió el nuevo modelo de financiación autonómica: "Queremos mejorar las condiciones de vida de los españoles y para eso haremos lo que todo el mundo puede entender menos Rajoy", afirmó en alusión al presidente del PP. Añadió que el Ejecutivo "mejorará los recursos para la educación y la sanidad que gestionan las comunidades autónomas", arguyendo que "todos los ciudadanos tienen los mismos derechos".

En esta línea de argumentación, aseveró que el Gobierno procederá "como siempre se ha hecho en España en democracia", a saber, ofreciendo un "apoyo especial" a las comunidades con una renta per cápita más baja, de modo que "se sigan recortando" las diferencias con las de las rentas más altas.

En clave de respuesta a "los representantes de Génova" del PP, Zapatero afirmó que el Ejecutivo socialista "no va a ir por el camino de los recortes sociales ni de ningún tipo, sino por el camino de más inversión, más políticas sociales, más estado del bienestar y más apoyo a los municipios". Fue en ese punto del discurso cuando se refirió a las subidas de las pensiones y del Salario Mínimo Interprofesional, criticando de paso a "la derecha", que "siempre es partidaria de congelarlos".

En cuanto al paro, dijo que el Gobierno "está haciendo una gran movilización de inversión pública" con los ayuntamientos. Destacaba así la puesta en marcha del Fondo Estatal de Inversión Local y otras inversiones encaminadas a "que este país salga cuanto antes de las dificultades". "Y va a salir reforzado", apostilló antes de agregar con "optimismo" que "lo único que sobra es desanimar a la gente".

En lo concerniente al ámbito internacional, Zapatero deseó para 2009 el restablecimiento de "la paz y el diálogo" en Oriente Medio, así como que España "siga ganando credibilidad en el mundo como un país para la cooperación y la solidaridad". En este sentido, subrayó que España "no retrocederá en la lucha contra la pobreza y el hambre", al tiempo que expresó su satisfacción por datos publicados recientemente que lo sitúan como el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que "más está incrementando los recursos económicos para luchar contra el hambre y la pobreza".

Pizarro defendió las respectivas gestiones del PSOE al frente del Estado y de la Junta de Andalucía, que, a su juicio, ejemplifican el hecho de que una "seña de identidad clara" de este partido es su "utilidad para resolver los problemas de los ciudadanos". El vicesecretario general del PSOE andaluz celebró que con los nuevos fondos estatales y autonómicos "se les ha cambiado la cara a los alcaldes", ya que "son medidas para combatir el desempleo e impulsar la economía de Andalucía y España".

La alcaldesa anfitriona aludió a los mismos como "verdaderos regalos de Reyes Magos", manifestando su convencimiento de que los gobiernos de Zapatero y Chaves "seguirán apoyando a Sanlúcar como hasta ahora" para "transformar la ciudad" y afrontar prioritariamente el problema local de desempleo, habida cuenta de que en este municipio gaditano hay más de 9.000 parados, según lamentó la propia regidora socialista.