Provincia de Cádiz

La Policía detiene al copiloto del todoterreno que intentó arrollar a tres agentes en Sanlúcar

  • El arrestado permanece en la Comisaría de Sanlúcar como presunto autor de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, tentativa de homicidio y daños

Santos Bernal, jefe provincial de la Policía, e Ignacio Vega, responsable de la Udyco en Cádiz, junto a las armas intervenidas.

Santos Bernal, jefe provincial de la Policía, e Ignacio Vega, responsable de la Udyco en Cádiz, junto a las armas intervenidas. / Germán Mesa

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sanlúcar de Barrameda al copiloto del todoterreno que intentó arrollar a tres agentes hace dos semanas cuando fueron descubiertos en un alijo de hachís. Se trata de un vecino de la localidad y permanece custodiado en la Comisaría de Sanlúcar hasta su puesta a disposición judicial como como presunto autor de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, tentativa de homicidio y daños, según han indicado fuentes de las Fuerzas de Seguridad.

Es la tercera detención relacionada con la denominada Operación Mosquito. El conductor del vehículo fue apresado al día siguiente del intento de atropello en un hotel de Jerez. En el registro de su domicilio en Chipiona se encontró un arsenal que incluía armas de guerra. También fue detenida una persona en el mismo lugar del alijo. 

La Operación Mosquito, nombrada así en honor a las horas de vigilancia en plena marisma, arrancó hace poco más de un mes, en torno a individuo que se dedicaba a alijar hachís en el río y se jactaba de tener armas. "Eso nos hizo marcarle como un objetivo prioritario", ha señalado el responsable de la Udyco. Las pesquisas dieron como resultado la detección el pasado miércoles 29 de movimientos que apuntaban a un alijo importante, ya que el principal sospechoso preparó un coche y lo condujo a Sanlúcar a una zona que la Policía considera "caliente".

Los responsables de la operación decidieron centrarse en el coche de carga, un todoterreno de alta gama marca BMW, para intentar detener al sujeto dada la dificultad para llegar al lugar del alijo sin que la presencia policial sea detectada. Los agentes decidieron intervenir bloqueando con un coche la salida del vehículo en un carril de la zona de la Algaida.

Ante la presencia policial el investigado hizo caso omiso de las señales de dos los agentes, que portaban un chaleco reflectante y estaban a pie en el camino, y que tuvieron que saltar a la cuneta para no ser atropellados, a pesar de que llegaron a hacer disparos al aire. El tercer policía, que aún se encontraba en el interior del coche, tuvo el tiempo justo para reaccionar y salir del vehículo antes de recibir el impacto del todoterreno.

Estado en que quedó el coche de los agentes. Estado en que quedó el coche de los agentes.

Estado en que quedó el coche de los agentes.

El todoterreno intentó emprender la huida campo a través aunque acabó atascado al impactar con el poste de hormigón de una alambrada. Los dos ocupantes huyeron a pie y lograron huir del dispositivo policial ocultándose en una zona plagada de invernaderos. En el vehículo se encontraron más de 700 kilos de hachís, con un valor en el mercado de unos cuatro millones de euros, y una pistola municionada y con una bala en la recámara.

Detenido en Jerez

Al día siguiente, los agentes lograron localizar al conductor en un hotel de Jerez, donde fue detenido tras una intensa investigación. Se trata de un hombre de 33 años de edad, natural de Algeciras aunque afincado desde hace años en Chipiona, y con antecedentes policiales. Ante la posibilidad de que hubiera armas en su domicilio, los policías lograron autorización judicial para registrar una finca rústica de Chipiona donde solía pernoctar. Dentro de una casa prefabricada, fue hallado el arsenal gracias a la labor de la unidad canina, ya que parte de las armas estaban ocultas incluso bajo tierra. 

El individuo ha ingresado en prisión tras ser investigado por los cargos de tentativa de homicidio contra tres agentes, daños, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. En el lugar del alijo se detuvo a una segunda persona, que también ha ingresado en prisión por tenencia de drogas.

En el domicilio del conductor, los agentes intervinieron armas largas como la variante yugoslava del Kalashnikov, junto a subfusiles Scorpion CZ con sus correspondientes silenciadores y que llegan a alcanzar una cadencia de disparo de 1.100 balas por minuto, o un rifle de caza Winchester con la culata cortada para ser transportado más fácilmente. También había cuatro pistolas Glock, con acoples para convertirlos en subfusiles, y dos revólveres, además de punteros láser e inhibidores de frecuencias. Todas las armas estaban operativas y disponen de su correspondiente munición y cargadores preparados.

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