Osborne ha anunciado este miércoles la compra de la marca de whisky Doble V, hasta ahora propiedad de Pernod Ricard. La operación entra dentro de la estrategia de la compañía de buscar nuevas líneas de negocio y mejorar su organización. 

A finales de junio, renovó su comité de dirección con la marcha del director general, Bill Derrenger, y tomó la decisión de que el propio consejero delegado, Fernando Terry, se hiciera cargo de sus funciones para "estar más preparados ante la crisis", entre otros cambios de primera línea de gestión.

A principios de julio, la empresa gaditana anunció que había llegado a un acuerdo de distribución con Piper-Heidsieck, una de las marcas de champán más prestigiosas y más antiguas del mundo, con más de 243 años de historia y perteneciente al grupoEPI, tercer grupo más importante del lujo francés.

Y ahora, un mes más tarde, la compañía ha adquirido la marca de whisky español Doble V a Pernod Ricard.

"Es una marca con historia y carácter español que en los años 90 consiguió posicionarse como uno de los whiskies de mayor consumo de la época, llegando a ser la cuarta marca más vendida en España. A lo largo de los años, Doble V ha conseguido mantener su presencia en todo el país concentrando gran parte de su volumen de negocio en su lugar de origen, Andalucía. El pasado año experimentó un crecimiento de más de un 15% en volumen respecto al año anterior y, tras su adquisición por parte de Osborne, se espera que continúe su crecimiento en los próximos años", explicaron desde la empresa.

Incrementar sus ventas

El consejero delegado ya ha avanzado que el objetivo de la operación es "incrementar su su distribución y su atractivo para el consumidor, e impulsaremos la marca para ser un referente de la categoría de whisky español". Osborne comercializará Doble V a partir del 1 de septiembre tanto en tiendas físicas como on line.

Osborne ya es propietaria de marcas como Cinco Jotas, los vinos de Rioja de Bodegas Montecillo, el brandy de Jerez Carlos I o la ginebra Nordés. El grupo cerró 2019 con una facturación de 222 millones de euros, lo que supone un incremento del 2% respecto al ejercicio anterior, al tiempo que situó su beneficio bruto de explotación (Ebitda) en 33,2 millones de euros, un 9,1% menos respecto a los 36,2 millones alcanzados en 2018,