Energía eólica marina

Navantia adjudica a Amper el montaje de las cinco torres para el parque eólico de Kincardine

  • Una de las estructuras se fabricará en la factoría de Puerto Real y el resto en Ferrol

Instalación de la primera estructura flotante en el parque Kincardine que promueve Cobra.

Navantia ha adjudicado a Nervión, filial del Grupo Amper, el ensamblaje de las cinco plataformas flotantes que va a fabricar para el parque eólico marino Kincardine, promovido por ACS en Aberdeen (Escocia) a través de la empresa Cobra

El contrato asciende a 23 millones de euros "más impuestos" y consiste en la ejecución de trabajos de "ensamblaje, armamento, electricidad, etc., dentro de las actividades propias de construcción modular y servicios que realiza la filial industrial de Amper en el eólico marino", según ha informado esta compañía cotizada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La adjudicación de Navantia implica para Amper un año de trabajo para más de 200 operarios. La compañía enmarca esta adjudicación dentro de los objetivos de su Plan Estratégico 2018-2020 y supone su séptima incursión en el sector de la éolica marina desde su introducción en el año 2014 en este nicho de negocio. En este sentido, Amper señaló que los trabajos a desarrollar serán similares a los que realizó en el Proyecto Windfloat para EDP y que está actualmente en su fase final. Precisamente, Navantia también participó en esta planta eólica, que se sitúa en aguas territoriales de Portugal.

Una de las cinco plataformas del campo Kincardine se va a construir en el astillero de Navantia Puerto Real, y el resto en Fene (La Coruña), según anunció Navantia el pasado mes de abril. Para Puerto Real, su fabricación suponde una carga de trabajo de 250.000 horas y su estreno en la construcción de estructuras flotantes para energía eólica marina, ya que hasta ahora en soportes fijos.

Navantia Puerto Real trabaja actualmente en la construcción de 20 soportes para otra planta eólica marina en Escocia. Este contrato devolvió la paz laboral a la factoría, después de casi dos meses de movilizaciones en demanda de carga de trabajo una vez que se entregue en breve el último petrolero encargado por Ibaizábal.

Un proyecto pionero

ACS, a través de su filial industrial Cobra, anunció el pasado mes de enero una inversión de 450 millones de euros para levantar en las costas de Aberdeen el que será el mayor parque eólico marino del mundo con tecnología flotante, que se prevé esté en operación en 2020.

Cobra ya ha estrenado la primera fase de esta instalación, que se levanta a unos 15 kilómetros mar adentro de las costas escocesas y en la que la firma controla el 90% del capital, mientras que el 10% restante se reparte entre diversos socios escoceses.

En concreto, la filial de ACS puso en marcha en una primera fase de este proyecto una turbina suministrada por Vestas de 2 MW de potencia. El parque constará de otro cinco aerogeneradores más de 9,6 megavatios que se instalarán en la primavera de 2020 para completar los 50 MW y que serán fabricados por Navantia.

El parque de Kincardine cuenta con la participación de la firma de ingeniería española Sener, que se encarga desde la supervisión de la fabricación de las plataformas flotantes hasta el análisis de viabilidad técnica del montaje de los aerogeneradores, pasando por la prestación de la asistencia técnica en la monitorización de la planta.

Los aerogeneradores sobre soporte fijo apenas pueden instalarse en aguas con profundidades hasta los 55 metros, con el consiguiente impacto visual desde la costa y dificultades para encontrar emplazamientos aptos. Mientras, los aerogeneradores sobre estructuras flotantes, por los que ha apostado Cobra, eliminan esas limitaciones: pueden aprovechar áreas con menores restricciones medioambientales y mayor intensidad de viento, además de ser una solución para costas profundas como las de Japón o Estados Unidos.

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