La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente proyecta una intervención en el arroyo Salado de Espera que ayudará a mitigar las inundaciones tanto en su cauce como en el río Guadalete a la altura de Jerez.

Técnicos de la Junta y representantes de Asaja mantuvieron un encuentro que sirvió para poner en común la estrategia de recuperación ambiental del arroyo y para acordar la constitución de un grupo de trabajo sobre el Salado. La actuación planteada afecta a los terrenos colindantes, por lo que la colaboración de los agricultores es "fundamental", según explica la delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López. El Salado de Espera, que discurre a lo largo de 35 kilómetros, está muy deforestado y presenta muchos problemas de erosión. Antiguas intervenciones en el arroyo han eliminado los meandros, por lo que el agua discurre a mayor velocidad. Esta serie de factores, entre otros, han hecho que durante los últimos treinta años se hayan originado problemas como desbordamientos o encharcamientos prolongados.

Estos problemas llegan hasta el Guadalete, donde desemboca el Salado, al que aporta gran cantidad de agua durante las crecidas.

Ahora, la Junta de Andalucía abordará el origen del problema, para lo que está diseñando una actuación que recupera en lo posible el recorrido original del cauce, corregir los obstáculos que propician los encharcamientos y restaurar la vegetación, lo que se complementará con las buenas prácticas agrícolas y de conservación de suelo.