De cerca

Javier Portelasubmarinista de la almadraba de barbate"Nuestro trabajo tiene algo de pastoreo, pero con la peculiaridad de hacerlo bajo el mar"

  • Una profesión y una pasión. Tras dos décadas trabajando con atunes, y ver cómo ha cambiado la forma de cazarlos, reconoce sentir la misma pasión que el primer día por su labor

En el mar también hay pastores. Vestidos de hombres ranas y hechos de una pasta especial, aunque pastores a fin de cuentas, capaces de guiar a los atunes por el laberinto de una almadraba, de alimentarlos y hasta de matarlos llegado el momento. Este diario ha hablado con uno de ellos, Javier Portela, el más veterano de la almadraba barbateña y todo un experto del mar y de la vida.

-¿Cuándo empezó usted a practicar submarinismo? ¿De dónde le viene esa afición?

-Pues es algo que llevo haciendo casi desde que tengo uso de razón. Mi padre era médico y su hobby era el mar, su gran pasión. Y eso nos lo inculcó a todos de tal manera que hasta llegué a perder un hermano aquí en la Aceitera haciendo pesca submarina en el año 79. Yo tenía claro desde chico que iba a ser buzo. Hice el curso de buceo en la mili, y de ahí empecé a trabajar en obras hidráulicas hasta que un compañero me llamó para incorporarme en la almadraba de Estepona en el año 88. Hice esa temporada y al año siguiente me dijeron que si me apetecía venirme a Barbate, y hasta hoy.

-Y en todo este tiempo ha asistido como espectador privilegiado a todos los cambios que se han producido en la forma de pescar de las almadrabas.

-Lógicamente. Cuando yo empecé, con 25 años, en la almadraba con la familia Aniceto Rodríguez de Carranza, los dueños antes de que llegaran los Petaca y los Fuente, pues allí trabajaban pocos ranas. Yo fui el tercero que entró allí. ¿Qué ocurre? Pues que cualquier empresa que tenga un hombre rana es una empresa de buceo, y por legislación necesita cuatro buzos. Eso no te lo puedes saltar. Cuando yo entré marineros habría unos 120, el doble prácticamente de lo que hay ahora. Porque la tecnología se ha cambiado mucho. El capitán de antes no varió nada, todo lo hacía como le enseñó su padre, y todo era a base de mucha mano de obra.

-A subir atunes con los bicheros vaya.

-Exacto. Yo iba a todas las levantás porque disfrutaba viendo copejear a los atunes, eso era una gozada. Ahora no, ahora se hace todo de una manera más industrial.

-¿Es más peligroso el oficio ahora para vosotros? Lo digo por lo de las luparas y los disparos a los atunes.

-Ahora tenemos más trabajo, pero peligro el mismo. Las luparas en sí no tienen peligro ni deben tenerlo. Miramos mucho el agua, si está turbia los compañeros se salen. Nos regimos un poquito porque tengamos buena visibilidad.

-Pero es verdad que las almadrabas pasaron una etapa complicada, una decadencia progresiva por la falta de atunes.

-Sí que estaba en decadencia. Empezaron a cogerse muy pocos atunes, menos de mil en una campaña. Para una almadraba vivir con esos números es complicado, porque hay que pagarle a todo el mundo. ¿Qué ocurre? Pues en ese momento es cuando los Aniceto venden aquello. A partir de ahí empezaron con los recortes de cuota, pero es que también se ha pasado de un año de entrar pocos atunes y al año siguiente llegarte los atunes por castigo. El atún no se reproduce tan rápido, estaba ahí, lo que pasa es que todas las vías de migración no son las mismas.

-Javier, y ahora su labor, una vez finalizada las levantás, ¿se centra en las piscinas de engorde no?

-Claro. Lo de las piscinas no es nuevo de ahora, de hecho empezaron en el año 89, que vino una empresa japonesa y empezaron a calarla para los atunes de revés, los que no tenían mercado aquí.

-O sea los atunes que vienen de desovar en el Mediterráneo.

-Eso es. Era un pescado que venía muy delgado, sin grasa, y ese atún se vendía en loja antes a 200, 300 pesetas el kilo en aquellos años, por lo tanto no interesaba. Así que lo que se hacía para pescarlos, como ya estaba calada la almadraba, era meterle un brazo de revés. Ahí vino la empresa japonesa y le ofreció a los Aniceto montar unas piscinas de engorde y que ellos se hacían cargo de todo. Eso les vino bien y se montó. Lo que pasa es que con los años también el atún de revés empezó a mermar y no se cogían. Por lo tanto dejamos de calar del revés y ahora lo que se hace es engordar al de derecho porque el que lo compra, que es el japonés, lo que quiere es mucha grasa para comerlo crudo.

-Y en eso andan ahora, en el engorde.

-Pues sí, hasta septiembre, que es cuando los matamos. Viene un barco factoría, se pone a 300 metros de las piscinas y se los vamos mandando de 30 en 30.

-¿Y cuál es la dieta del atún para que coja grasa?

-Pues se empieza con un alto porcentaje de caballa y uno pequeño de arenque, y luego se va invirtiendo la tendencia, más arenque y menos caballa.

-¿Y por qué?

-Pues porque el arenque tiene más grasa. La caballa es para, digamos, que abran el apetito.

-Porque los atunes se estresan y dejan de comer cuando entran en la almadraba ¿no?

-Dicen las malas lenguas que el atún cuando va de derecho no come. Va pensando en lo que va pensando. Ahora, yo discrepo. Lo que pasa es que hasta que no dejamos de moverlos de un lado para otro es verdad que no comen. Se pegan como un mes o así sin comer. Luego se les echa un poco de carnada y ya empiezan dos o tres a comer; y en tres o cuatro días están comiendo como locos. Ahora tenemos unos 4.000 atunes mal contados y ahora mismo estamos dándoles 42 toneladas al día.

-¡¡¡Joé!!!

-Digo. A 50 céntimos el kilo. Estamos hablando de 20.000 euros al día de inversión en. No es ninguna tontería.

-¿Le gusta el atún Javier?

-No, vamos, lo como, pero que soy más de un buen chuletón. Aunque suene malamente en Cádiz decir que somos más de carne que de pescado. Pero no por nada, sino porque en mi casa el pescado siempre lo teníamos como castigo.

-¿Cuánto tiempo puede llevarse debajo del agua un hombre rana sin subir a la superficie?

-Pues, las piscinas tienen una profundidad de 34 metros. Normalmente, yo ahora que voy a reconocerlas para ver si hay alguna rotura o algún pescado ahogado, tengo que ir por el fondo. Lo que tengo más o menos son 15 minutos, pero vamos, que si te pasas un poco pues haces una descompresión y tampoco pasa nada.

-¿Ha tenido algún percance con la presión en su carrera como hombre rana?

-Tuve un ataque en el año 96, pero vamos no fue una negligencia de buceo, sino que estaba tomando antibióticos y no sabía que me iban a debilitar el cuerpo. Las tablas de presión no son las mismas cuando estás tomando medicamentos, así que tuve un ataque de descompresión bastante grave y estuve ingresado en Málaga un tiempo.

-¿Su profesión tiene una edad máxima?

-No, esto es como el toreo. ¿El torero tiene una edad para retirarse? No, pues nosotros tampoco. Es más, esa es la pregunta del millón. La gente del mar tiene coeficiente reductor, por cada cuatro años de trabajo nos quitan uno, y nos podemos jubilar con 59 años más o menos.

-¿Cuántos años tiene usted?

-55, pero ni me lo planteo hoy día. Me gusta lo que hago, disfruto, me pagan...

-¿Le pagan bien?

-Hombre, obvio, y además que los antiguos tenemos contratos de los de antes. Alguno me dice que tengo el contrato de Maradona.

-Jajaja. Ole.

-Y yo le digo: sí, porque lo cogí en su día. Hoy los ranas que entran lo hacen con otras condiciones.

-O sea Javier, que es usted una especie de pastor del mar.

-Algo así, porque nosotros primero los cogemos, los reconducimos por la cámara, de ahí al bordonal, al copo, los vamos llevando hasta las piscinas, los engordamos y los matamos. Sí que puede ser una especie de pastoreo.

-El control con el atún rojo salvaje es enorme actualmente.

-Grandísimo. Estamos muy controlados. Todos los días que traspasamos atunes a las piscinas viene la Guardia Civil, vienen los inspectores de pesca y los observadores del ICCAT... ¿Qué ocurre? Pues que dependemos mucho de la visibilidad del agua, porque nosotros al hacer una transferencia de atunes del copo a piscina, que realmente es una recámara, filmamos todo y aparte los inspectores traen unas cámaras estereoscópicas que sirven para calcular la media del pescado. Ellos calculan un diez por ciento y sobre eso sacan la media, que es lo más interesante de aquí, la media del peso del atún. Y si está el agua mala pues no pueden hacerlo. Este año el problema que hemos tenido ha sido la mala visibilidad. Este invierno ha caído mucha agua y el río ha tirado mucho sedimento al mar, que se deposita en el fondo y que cuando hay mar de fondo se menea y pone el agua asquerosa. Ya cuando los tienes clasificados en piscina, tienes la media y te cierran la cuota tuya, cierras piscinas, le metes los precintos del ICCAT y nos vamos a lo que es la suelta del atún. Que podemos tener siete, ocho mil atunes.

-¿En qué consiste la suelta de atunes, cómo se hace?

-Pues se le quita la testa de la cámara, se le mete un atajo, o una red cortando el cuadro y los tiras para atrás.

-¿Y ese atún qué hace una vez pasada ya la época de desovar?

-Pues yo no he sido atún en mi vida, cuando sea atún te lo contaré, pero lo normal es que el atún, a veces, al no comer, se absorbe su propia hueva. ¿Que tienden a hacer su ciclo?, pues seguramente. Los catalanes decían que teníamos secuestrados a los atunes. Otra polémica de los catalanes con Andalucía.

-O sea que la especie está recuperada totalmente.

-No es que esté recuperada, es que ahora vamos a tener otro problema. Es que los atunes van a morir de hambre porque no van a tener qué comer, van a acabar con toda la caballa. Las pesquerías de caballa y sardina se están quejando ya. Es que el stock del mar tú no lo puedes variar.

-Y sin embargo la ICCAT sigue sin subir la cuota hasta el Total Admisible de Capturas que solicita el sector.

-Pues no, van subiendo muy poco, por eso hay empresarios que compran cuotas a otras pesquerías, porque con 2.000 atunes al año es complicado mantener el negocio. Lo ideal es no tener que comprarla, porque el kilo vale más de 10 euros, sólo el derecho a pescar, estamos hablando de un riesgo muy grande, porque si por lo que sea un año no entran atunes te comes la cuota con papas.

-¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren iniciarse en el submarinismo?

-Pues que se vayan a Tarifa. Porque las aguas allí son mucho más claras y además hay varios clubes que están muy preparados, lo hacen muy bien.

-¿Qué me puede decir de la leyenda negra que rodea a los buceadores en cuanto al expolio de piezas arqueológicas?

-Eso siempre ha estado ahí y el pirateo toda la vida existirá. En San Fernando había uno que tenía más piezas que un museo. Había gente que conocía muchos pecios magníficos. Cuando vino el Odissey les estuvimos nosotros enseñando toda la zona de la Bahía. Ellos iban con unos aparatos que no conocíamos y a lo que se dedicaron fue a hacer sus cartas, antes de volver ya a hacer el expolio que hicieron.

-¿Tantos tesoros hay en los fondos marinos de Cádiz?

-Y más. De la desembocadura del Guadalquivir a la Bahía de Cádiz está lleno de pecios. Eso siempre se ha comentado tal cual. Lo que pasa que eso está todo enterrado. Hay gente que ha hecho cartas personales suyas y que sin GPS son capaces de localizar cualquier punto.

-Javier, y otra leyenda negra, las orcas. ¿Tan dañinas son?

-Yo siempre he pensado que nos da más de lo que nos quita. Vamos, mi teoría, sin haber sido atún, repito. El atún hace su migración y pasa por el Estrecho todos los años, pero el Estrecho no es tan estrecho, por lo tanto el que esas manadas de atunes se acerquen tanto a la costa como para caer en las redes de las almadraba viene provocado porque en el centro del Estrecho patrullan las orcas, que está en el centro distribuyendo atunes, tanto para nosotros como para Marruecos. Son como perros ovejeros. Cuando se acercan a las almadrabas es porque ya no pasan atunes por el Estrecho.

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