Isabel Aguilera defiende la capacidad de Andalucía para mejorar su actividad económica

Isabel Aguilera pasó ayer por El Puerto. O, más bien, volvió, pero esta vez por motivos de trabajo. La revista Fortune la encumbró hace años como unas de las 50 ejecutivas más influyentes del mundo y la dirección de Google Iberia (España y Portugal) le dio el plus definitivo de reconocimiento social después de una larga trayectoria vinculada a un sector durante mucho tiempo masculinizado como el de las nuevas tecnologías. Tras ocupar puestos de dirección en multinacionales como Dell Computer, NH Hoteles, Compaq Computer, HP, Airtel y General Electric, la ejecutiva sevillana ha entrado en el mundo de la consultoría a través de Iman Coaching Empresarial para -según dice- "devolver a la sociedad todo lo que he tenido la suerte de vivir".

Ayer se lo devolvió a una privilegiada representación de emprendedores de la provincia de ámbitos tan diversos como la industria, la hostelería, la biotecnología o la energía, dentro de un seminario organizado por la Confederación de Empresarios de Cádiz. Con el conocimiento a gran escala pero con los pies en la tierra, Aguilera guió a los participantes en el camino que lleva a las empresas a optimizar su gestión y mejorar su actividad. En sus lecciones no se encuentran fórmulas mágicas de rentabilidad ni remedios milagrosos contra la crisis, sino mecanismos de trabajo, herramientas y actitudes que son la base para el buen funcionamiento de una compañía. No vale con un plan de negocio, hay que tener otro de contingencia para responder a los contratiempos; hay que planificar con tiempo e incorporar las nuevas tecnologías pero "no como el que cambia el mobiliario", sino con la filosofía de que se trata de una mejora continua.

"Trato de asesorarlas siendo consciente de su limitación no sólo en recursos, sino en el tiempo que pueden dedicar a una consultora. A cada pyme le aprieta el zapato por un lado, intuye dónde tiene los problemas y normalmente es además donde los tiene", explicó la ejecutiva, que defendió la capacidad de Andalucía para mejorar tanto su actividad económica como su imagen en el exterior y, con ello, mejorar su actividad mejorando su imagen. Una de las virtudes de esta región, según destacó entre otros aspectos, es su diversificación, como precisamente se reflejó en los asistentes al encuentro, y rechazó la idea de que el ritmo de trabajo es inferior.