Empleados de Polanco se encuentran con las puertas cerradas de la fábrica

Operarios de la fábrica Polanco de Chiclana no pudieron acceder al recinto a primeras horas de la mañana al encontrarse sus puertas cerradas con candados. Los trabajadores pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Local, mientras realizaban una concentración sin saberse quién ha echado realmente el cerrojo a las instalaciones. A última hora de la mañana se pudieron desbloquear las cerraduras, lo que permitió la incorporación de los empleados a la factoría maderera.

La empresa negó rotundamente que impidiera la entrada a la fábrica y, además, denunció ante la Guardia Civil la colocación de esos candados, según señaló el director general de la fábrica, Javier Moyano. Además, dijo que no es la primera vez que las puertas aparecen bloqueadas y que ya se han denunciado varios actos vandálicos.

Por otra parte, fuente sindicales apuntaron que los trabajadores llevan ya tres meses sin cobrar y que la situación es "totalmente desesperante", puesto que, además, ya ha finalizado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo de parte de la plantilla y los trabajadores acuden diariamente a trabajar "sin que haya carga de trabajo e incluso muchos con jornada partida y, además, sin cobrar", según declararon a la agencia Europa Press.

Mientras que la empresa "pasa olímpicamente", la plantilla, aseguran fuentes sindicales, "no tienen ni para comer" y temen que alguno "haga una locura" porque la tensión va en aumento.

Por ello, han convocado para el próximo viernes una concentración ante las instalaciones de la factoría, entre las diez y las doce del mediodía, con objeto de llamar la atención sobre su situación, que califican de desesperada ante la incertidumbre laboral que sufre toda la plantilla.

Señala el director general que la empresa se encuentra en concurso de acreedores y que desde el 15 de noviembre no cobran los trabajadores, salvo unos 20 que no perciben las nóminas desde el uno de ese mes.

Los trabajadores de Polanco en Chiclana, al igual que la fábrica de Granada, ya han protagonizado varios actos de protesta con objeto de que las administraciones públicas se impliquen en este conflicto laboral para salvar los puestos de trabajo.